Como era de esperar, Guillermo Fernández Romo tocó el once lo menos posible y realizó las modificaciones más lógicas. Así, Suleiman ocupó el puesto del sancionado Gallar y Eugeni se mantuvo en el doble pivote, donde Tienza regresó a la alineación.
La entrada de Suli no pudo salirle mejor a los unionistas. Y es que de sus bota nació la jugada que supuso el primer gol a los dos minutos y medio de arrancar el partido. Pepe Sánchez le envió la pelota en largo y se encargó de hacer magia. La bajó con el pecho, se revolvió ante Guillem Jaime, lo dejó atrás y sirvió la pelota al punto de penalti, donde Obolskii remató contra el portero. El rechace le llegó a Soko y el camerunés no perdonó, subiendo el 0-1 al marcador en la primera acción ofensiva de los visitantes.
El cuadro ibicenco hacía daño por el costado izquierdo en estos primeros instantes. Suleiman volvió a ser protagonista a los cinco minutos en el uno contra uno, teniendo que ser frenado en falta. Los alicantinos no estaban nada cómodos sobre el césped y se encontraban a merced de los pitiusos. El desquicio local era tal que su capitán, Álvaro, fue amonestado con tarjeta amarilla por un rifirrafe con Obolskii a los nueve minutos. La intranquilidad de los locales quedaba patente.
El Intercity logró serenarse acto seguido y se sacudió el dominio rival. Al cuarto de hora protagonizó su primera llegada de peligro en un centro de Soldevila que Moha Traoré remató mal. Poco después, en el minuto 19, Soldevila realizó un reverso en el área ante Escassi y buscó un chut colocado al segundo palo que le salió algo centrado, por lo que el guardameta de la Udé pudo despejar la pelota sin excesivos apuros.
El equipo de Romo no volvió a pisar el área hasta el filo de la media hora, en una cabalgada de Soko por la derecha que acabó con un pase lateral que se paseó por el área sin que Obolskii y ni Rubén Díez pudieran llegar al remate. La réplica la dio enseguida el cuadro alicantino, que perdonó su mejor ocasión de todo el primer tiempo. Soldevila se plantó solo ante el portero, pero su disparo cruzado se marchó lamiendo el palo.
El encuentro entró entonces en una fase de centrocampismo, con mucha batalla física y sin acciones de gol clarividentes. De hecho, sólo hubo una y a balón parado. Fue en el minuto 34, en una falta frontal que Eugeni lanzó con violencia por encima del travesaño.
La segunda mitad arrancó con un jugadón de Suli. El extremo cazó la pelota en su cancha y se plantó en el área contraria tras zafarse de dos contrarios, pero su disparo colocado al palo largo se marchó fuera por poco. Soko también tuvo la oportunidad de sentenciar el partido en el minuto 57, pero, tras recibir un buen balón de Rubén Díez, se topó con el portero.
La Udé había dejado con vida al Intercity y este despertó de su letargo. Simón Moreno, de espuela, buscó el empate a la salida de un córner en el 65. Fue el primer aviso. Luego, Soldevila se echó el equipo a la espalda y tuvo dos ocasiones desbaratadas por Sequeira. Entre medias, Soko había fallado un remate franco de cabeza.
El sino del partido era totalmente desconocido. Y es que parecía que podía pasar cualquier cosa en la recta final. El partido empezó a romperse y las ocasiones caían en ambas áreas. En el 80, Soko falló en el área pequeña otra buena oportunidad. La última la tuvo Undabarrena en el 88 con un tiro cruzado desde fuera del área que salió cerquita del palo. Ahí murieron las opciones de puntuar del Intercity ante una UD Ibiza que suma y sigue. Los celestes se tomaron la revancha contra su único verdugo liguero este curso y mantienen el pulso con el Castellón por el liderato.
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