Con una extensión de 121 kilómetros cuadrados y algo más de 6.000 habitantes, el municipio de Sant Joan de Labritja, situado al norte de Eivissa, se caracteriza por su tranquilidad y cuidado del medio ambiente. Cuenta, además, con la mezcla del encanto de la Eivissa de interior y los bellos acantilados y tranquilas playas. «Sant Joan destaca por la conservación de su entorno; es un municipio muy extenso, pero a la vez bien conservado», explica Tania Marí, concejala de Turismo de este municipio, quien recuerda que tiene cuatro pueblos de interior (Sant Joan, Sant Vicent, Sant Llorenç y Sant Miquel) y otros cuatro núcleos turísticos importantes, como son la cala de Sant Vicent, Portinatx, Benirràs y el port de Sant Miquel. «Es una localidad que ofrece un paisaje privilegiado, con acantilados que son el paraíso de los buceadores y de los amantes de las excursiones», precisa Marí, quien destaca que el municipio tiene una «completa red de alojamientos rurales que conservan el sabor del pasado y ofrecen todas las comodidades del mundo actual. Son establecimientos aislados y tranquilos que permiten al visitante sentirse en familia en el ambiente más tradicional del campo ibicenco».
La responsable de Turismo de Sant Joan de Labritja tiene claro que si han conseguido la conservación medioambiental del municipio es gracias a los vecinos ya que «ellos han sido quienes desde hace décadas cuidan de nuestro territorio, transmitiendo el cariño, la estima, el valor y el respeto hacia nuestra tierra de generación en generación con el consecuente esfuerzo económico y físico que ello conlleva ya que el medio de subsistencia actualmente no depende de las explotaciones agrarias sino que muchas familias se dedican a otras actividades, especialmente turísticas, pero por amor cuidan y mantienen sus terrenos». En este municipio se puede encontrar una amplia oferta cultural, que va desde las fiestas patronales de los pueblos con procesiones, demostraciones de ball pagès y los foguerons de Sant Joan hasta los passos cantats de Sant Miquel en Semana Santa o el desfile de carros del día grande de Sant Llorenç. Destacan también las cuevas de es Culleram, la cuevas d'en Marçà o el faro des Moscarter de Portinatx, que es «el más alto de Balears», tal y como recuerda Marí. En cuanto a la oferta gastronómica, se encuentran platos típicos de mar e interior, como el bullit de peix, el flaó o la greixonera, «recetas que siempre se han elaborado con lo que había en casa, con productos que se obtenían directamente de las fincas o las explotaciones agrarias, como la leche de cabra para el flaó, por ejemplo». Además de comer y disfrutar del paisaje y la naturaleza también se puede hacer deporte ya que cuentan con una red de rutas de senderismo homologadas con unas «impresionantes vistas», además de la organización de diferentes pruebas deportivas. Este año también están creando una decena de rutas de buceo «accesibles para todo el mundo, para todo aquel que nos visite pueda descubrir la vida bajo el mar más allá de la orilla». A ello se suma, según precisa la responsable de Turismo, que cuentan con unas completas instalaciones deportivas con piscina, campo de fútbol, pistas de pádel y de tenis y un polideportivo.
TRANQUILIDAD. Sant Joan siempre ha tenido claro que su objetivo es el turismo familiar que sea respetuoso con el medio ambiente. Con la actual campaña de promoción turística ‘Todo lo que vivirás' quieren demostrar los atractivos de esta localidad ibicenca «los 365 días del año con una amplia oferta deportiva, gastronómica, cultural y náutica. Es una propuesta promocional que aboga por devolver al turismo familiar su lugar en Eivissa con el objetivo de reivindicar que el municipio de Sant Joan puede disfrutarse más allá de la temporada de verano; queremos despertar a quienes todavía creen que Eivissa es sol y playa para descubrirles la otra Eivissa, la más natural y verde».
También centran sus esfuerzos promocionales en las actividades saludables al aire libre «para poder disfrutar el entorno, como por ejemplo, Natural Yoga, que son clases de yoga al aire libre en lugares emblemáticos. Ofrecemos también un calendario mensual de rutas de senderismo guiadas en las que se explican costumbres y tradiciones de nuestro municipio». El objetivo, según explica Marí, está claro: «Queremos promover la auténtica Eivissa. Mucha gente sigue con la idea de que la isla es solo fiesta y tenemos que ser capaces de transmitir al turista o a la persona que está en casa reservando vacaciones que esta isla tiene una oferta turística muy rica, en el sentido de variada, que también se puede disfrutar de la naturaleza, la buena gastronomía, las playas con aguas cristalinas, actividades deportivas y de la tranquilidad. Pienso que cuando llegas a Sant Joan, el tiempo se detiene, coges aire y sales con más fuerza», describe la responsable de turismo del municipio joaní.
Con el objetivo de mantener esa tranquilidad que le caracteriza, el año pasado el municipio prohibió las discotecas y beach clubs a través de la modificación puntual de las normas subsidiarias, una decisión refrendada por la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico artístico de Eivissa. «Es un paso muy importante. Entendemos que debe primar la tranquilidad por las características del municipio de Sant Joan, por sus distancias entre los núcleos urbanos, por sus vecinos y sus costumbres. No hay que olvidar que la isla de Eivissa es una unidad en la que hay mucha variedad para que cualquier turista que nos visite pueda disfrutar de una zona de ocio, pero también de tranquilidad. Nuestro entorno es diferente y debemos preservar nuestra autenticidad».
Históricamente, Sant Joan siempre había sido un destino familiar, si bien es cierto que en la última década «varios hoteles han dirigido su oferta a ‘solo para adultos', atrayendo así a parejas de entre 30 y 50 años». Sin embargo, esto no significa que Sant Joan sea un municipio excluyente para el resto de perfil de turistas, todo lo contrario ya que «somos un municipio muy acogedor para todas las edades y todo tipo de perfiles. El carecer de oferta complementaria enfocada a la noche no tiene que ser un impedimento para que nos visiten ya que las distancias en Eivissa son muy cortas», recuerda la responsable de Turismo de Sant Joan, quien añade que «todo el mundo conoce Eivissa, pero no la faceta que ofrecemos en Sant Joan, que es la más desconocida».
PLANES DE FUTURO. Estos años de coronavirus han sido «muy duros» para este municipio de Eivissa: «Hemos notado un incremento de turismo nacional, incluso podría decir que regional y local porque ha habido un mayor número de visitantes de fin de semana que son residentes en otros puntos de Eivissa y de Balears». Para esta temporada tienen muy buenas sensaciones y esperan y desean que sea una buena temporada turística: «Todo apunta a que será así y así se está trabajando tanto desde el sector como desde las instituciones, pero no hay que olvidar que hay factores externos que nos influyen, como el conflicto en Ucrania, o el coronavirus», precisa Marí. En cuanto a sus metas a corto y medio plazo tienen claro que deben seguir apostando por el turismo familiar «y respetuoso con el medio ambiente, por los hoteles de interior, los agroturismos, pero sin desmerecer tampoco el concepto de sol y playa. Queremos seguir ofreciendo un lugar medioambientalmente sostenible y respetuoso con las costumbres y características propias de nuestro territorio y de nuestros vecinos», concluye la responsable de Turismo de Sant Joan.