Este hecho ha provocado una inverosímil respuesta por parte de algunos vecinos de la zona. Un grupo de mujeres, preocupadas por la vida de los patos ahora que su lago está seco, se armaron con garrafas rellenadas con agua de grifo y las vertieron en el estanque como símbolo de protesta.
Es una manifestación que ha triunfado en redes por su impacto visual. Las vecinas querían mostrar su malestar frente a la situación de los patos y demás fauna afectada por esta medida extraordinaria arrojando agua de grifo a lo que ahora es una piscina vacía. Sin embargo, los usuarios de redes sociales se han cebado con el acto, cuestionando la eficacia y el impacto de gastar agua en un momento de crisis.
El Ayuntamiento de Sabadell, que trasladó a los cisnes a un lugar más seguro para ellos, asegura trabajar para mover también a los patos. Sin embargo, ya hay vecinos que aseguran haberse encontrado con patos muertos. El consistorio evalúa posibles soluciones para mantener el hábitat de los animales que quedan en el parque.
El revuelo en redes ha sido tal que el ayuntamiento ha terminado anunciando que vuelve a llenar el lago esta misma semana para recuperar el ecosistema.
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