Imagen de la pancarta de protesta que han colgado los vecinos. | Moisés Copa

El Consell d’Eivissa explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera, tras la denuncia de los vecinos de Sant Josep, que el plan de adecuación de paradas de autobús de Ibiza contempla la construcción de la marquesina ubicada en la carretera de Sant Josep, concretamente en el punto kilométrico 4,5. «Nadie se ha dirigido al Consell para hacer una reclamación, pero este proyecto está enmarcado dentro del plan de adecuación de paradas y se está trabajando en ello», aseguraron a este rotativo, resaltando que este plan es muy amplio, ya que contempla varias iniciativas de mejora de las infraestructuras del transporte público, como la creación y renovación de marquesinas y dotación de los elementos de seguridad vial necesarios.

Un proyecto que para los usuarios de esta parada de autobús sin marquesina es «prioritario» porque, según denunciaron, esta falta de estructura supone un «peligro» para los ciudadanos que están esperando en esta zona a que llegue el vehículo de transporte público. «Muchos de estos viajeros de autobús lo que hacen es esperar en la zona de enfrente de la carretera porque justo ahí sí que se levantó una marquesina con toda su estructura. Cuando estos usuarios observan desde lejos su autobús en la carretera, cruzan rápido la vía», apuntó un residente con preocupación, resaltando que esta calzada con mediana tiene dos carriles y es de doble sentido.

Al respecto, desde el Consell destacaron que se está trabajando intensamente en este plan de adecuación -que implicará una inversión superior a 6,2 millones de euros- para solventar estos problemas de infraestructuras. En este sentido, la construcción de esta cubierta está dentro de la segunda inversión más importante con más de 850.000 euros. No obstante, para poder llevar a cabo este ambicioso plan de adecuación y otros proyectos, el Consell necesita que el Gobierno central firme un nuevo convenio de carreteras para financiar estas mejoras viarias previstas para los próximos 15 años, por valor de 100 millones de euros, y que supondrán adecuar las infraestructuras del transporte público de la isla.