Los hombres del Gasifred se vaciaron en un partido, en el que contaron con el apoyo incondicional de 600 forofos ibicencos. (Foto: V.F.)

1 ANTUNES: Fontao (2), Graça (1), Monteiro A. (1), Nascimento (1) y Leito C. (2)"cinco inicial", Leite P. (2) y Silva F. (1). Cometieron 7 faltas y lanzaron a puerta en 16 ocasiones.

1 GASIFRED: Poli (3), Romero (2), Montalbán (1), Linero (1) y Luis (1)"cinco inicial", Salva (1) y Marí (1). Cometieron 5 faltas y lanzaron a puerta en 10 ocasiones.
ÀRBITROS: Carlos Custodio (POR) y Juan Perelló (ESP). Fueron muy protestados por ambos y notaron la presión.
GOLES:
1-0, m. 33: Leite P.
1-1, m. 40: Romero.

XAVI OLTRA
Más de 600 personas abarrotaron el pabellón de Santa Eulària para animar al Gasifred en la segunda semifinal de la Copa de Europa.
¡Qué pena Gasifred! Los hombres de Marcial Pérez lo tuvieron cerca, muy cerca, pero el penalti que falló Salva en la tanda final enterró las opciones del equipo ibicenco y dio el pase a la final al Antunes portugués.

La segunda semifinal de la Copa de Europa de Clubs se presentó tensa y cargada de ambiente en sus inicios. La tensión, los nervios y el juego reservón presidió los primeros minutos, en los que se protestaba cualquier acción a los dos colegiados. En el minuto 8 Montalbán avisó con un disparo cruzado, tras recortar al defensa en poco espacio casi dentro del área. El dominio fue levemente portugués y en el minuto 15 y 17 los hermanos Leite enviaron dos balones envenenados a los palos, tras ser repelidos por un excelente Poli, el mejor de su equipo.

Con el marcador a cero y las espadas en todo lo alto se dio paso a la segunda mitad, donde el Antunes volvió a coger algo más de iniciativa que su rival, que se mostraba muy cauteloso. Leite convirtió en hielo el pabellón cuando logró el 1-0 en el minuto 33. El Gasifred lo intentó con garra hasta el último suspiro y como consecuencia de ello Romero transformó el empate a 40 segundos del final entre un delirio descomunal del entregado público.

La prórroga fue un puro trámite ya que ambos no se permitieron excesivas alegrías debido entre otras cosas al cansancio físico acumulado. Los penaltis llegaron y con ellos la lotería. Salva falló el segundo y Leite no perdonó en el tercer y decisivo penalti. Rabia y pena en la derrota, pero el orgullo intacto.