M. WALKER Una nueva concepción de la natación surgió el sábado en Santa Eulària. La larga distancia es una disciplina atractiva, aunque desconocida y poco practicada, dada su exigencia, no sólo a nivel físico, mental o de entrenamiento para los nadadores, sino de infraestructura, medios y coordinación para la organización.

La concepción de una prueba de doce horas de nado ininterrumpido por relevos facilita las cosas, dada la presencia de mucha más gente que si se disputase por seis nadadores en solitario. No obstante, no deja de tener su dificultad, puesto que muchos de los participantes, posiblemente nunca se habían planteado nadar durante una hora sin parar.

A pesar del peso que confería la convocatoria, se presentaron seis equipos. El Club Natació Eivissa (CNE), el Club Triatló Santa Eulària (CTSE), el Club Trijasa de Sant Antoni, el Club Náutico Santa Eulària (CNSE), la Asociación de Veteranos de Eivissa (AVE) y un grupo de Usuarios de la Piscina.

A las diez de la mañana se lanzaron al agua los primeros relevos. La mayoría de los nadadores hizo media hora, no faltaron los que se lanzaron a hacer una hora seguida, o los que llegaron a realizar tres relevos de media hora. 140 fueron los nadadores inscritos; 144 los relevos realizados y 229.255 metros los recorridos. Se impuso el CNE, con 48.375 metros, seguido del CTSE, con 41.005 metros; del CNSE, con 38.745; Trijasa, con 36.625; Usuarios, con 32.460, y del AVE, con 32.045 metros. Javier Bonet y Lourdes Roig fueron los más rápidos, con 2.480 y 2.370 metros, respectivamente. Los organizadores, sorprendidos, desean repetir la experiencia.