Carlos y Bartolomé Marí Mayans en su embarcación de 470 en la escuela de Cala Nova. Foto: PERE BOTA

Los hermanos Marí Mayans, Carlos y Bartolomé, ya tienen a su disposición la embarcación 470, de clase olímpica, con la que, bajo el patrocinio de la empresa familiar, comenzarán a competir el próximo mes de marzo para adquirir experiencia y acortar el plazo de tiempo de adaptación antes de emprender la aventura olímpica. Los dos regatistas pitiusos tienen un sueño: participar en los juegos olímpicos de 2008. «Vamos a intentar ir a alguna olimpiada; para la de Atenas ya vamos muy justos, pero en seis años sí puede estar a nuestro alcance», apuntó a Ultima Hora Ibiza y Formentera con cautela Bartolomé Marí Mayans, de 20 años. El mayor de los hermanos será el patrón de la embarcación, mientras que su hermano Carlos ocupará el puesto de tripulante.

Los dos regatistas entrenan bajo la mirada de un experimentado técnico de talla nacional como es Miguel Sánchez Cuenca. Bartolomé comentó de él que «el mejor que hay en España de 470, clase en la que ha navegado mucho; está en Calanova desde el año pasado y se ha notado un fuerte subidón en Balears desde su llegada». Los principios son titubeantes en esta modalidad olímpica, pero el mayor de los Mayans aseguró que «a veces les sorprendemos» y «cada vez vamos a más».

En cuanto a las instrucciones del entrenador, Bartolomé recordó que Sánchez Cuenca ha calculado un año de plazo para que alcancen un nivel de competición internacional. «Al principio nos dijo dos años, quizá porque pensaba que éramos más malos. Yo creo que en un año ya estaremos saliendo de España a competiciones internacionales; sin quedar delante pero es el mejor modo de ir cogiendo nivel de competición». En su nuevo barco, importado de Nueva Zelanda por valor de 2 millones de pesetas, más 70.000 pesetas en gastos de transporte, los Marí Mayans tienen en el horizonte su primer campeonato importante: la Semana Olímpica de Barcelona, prevista para los días del 15 al 20 de marzo. Luego tres días después está el Trofeo Reina Sofía, en Palma de Mallorca.

Según Bartolomé, «no tengo ni idea de qué nivel daremos en esta regata; allí hay que esforzarse al máximo compitiendo con gente que en teoría es mejor que uno». El patrón del Marí Mayans considera difícil que este año puedan acceder a un europeo, aunque tampoco se cierra las puertas. Respecto al momento en que tomaron la decisión de pasar a la modalidad olímpica, Bartolomé explicó que tuvo que esperar un año a que su hermano se trasladara a Palma para estudiar Administración de Empresas como él. «Lo hablamos y decidimos cambiar de clase Europa a 470», indica. En la historia de la vela española hay famosas parejas de hermanos como los Doreste. Los Mayans consideran que pertenecer a la misma familia es una ventaja cuando se compite.

«Hay dos puntos de vista, que es bueno en cuanto al material ya que en 470, por lo general, el patrón es el dueño del material y el tripulante va donde puede. Al ser hermanos, lo compartimos todo, los dos nos hemos de preocupar por el barco, vivimos juntos y nos conocemos bien», explica Bartolomé. El otro punto de vista es el que defiende «que al tener más confianza, igual nos peleamos más; creo que ser hermanos puede ser un punto a nuestro favor en cuanto a la compenetración en regata. Además mi hermano y yo nos llevamos muy bien». Carlos apuesta también por ello como un factor positivo. «Todos nuestros horarios coinciden y no tenemos el problema de otros para cuadrar los entrenamientos», agregó Carlos quien cumple seis meses de estancia en Palma, por tres años de su hermano.