La de ayer fue la primera ocasión que los aficionados al atletismo de las Pitiüses tuvieron para ver una prueba de 50 kilómetros marcha. Y para ser la primera hubo suerte. Los presentes fueron testigos de una excepcional prueba. Jesús Àngel García Bragado dio una lección de calidad y demostró porque es una figura mundial reconocida.

García Bragado, venía a este campeonato sin intenciones de ganar y de, ni siquiera acabar la prueba. De hecho, el plan pensado por él y su técnico, Valentí Massana, era el de retirarse en el kilómetro 40. «Veníamos con la intención de dejarlo en el 40, pero se lo han puesto tan al alcance que se ha motivado para acabar y sin ir a tope», explicó Massana.

Y así fue, en uno de sus habituales toques de genialidad y, a pesar de salir rezagado, el madrileño decidió seguir y con ello llevarse su tercer título nacional.

Se dio la salida y se formó un grupo donde iban todos los favoritos, Bragado, Pérez, Pinardo, Sánchez, Avellaneda y González. La primera vuelta, los dos primeros kilómetros los hicieron juntos. En la segunda vuelta ya se empezaron a ver diferencias.

José Antonio González, José Ignacio Díaz y Santiago Pérez formaron cabeza de carrera dando unos segundos a hombres como Pinardo o el tunecino Ghoula y tras ellos otro grupo en el que marchaba, entre otros, García Bragado y, después, el ibicenco Mario Avellaneda.

En el kilómetro 6 Pérez decidió abandonar a sus compañeros de fuga y tras él se formó un grupo en el que estaban Pinardo y González, además del tunecino y del salvadoreño Vasquez. Por detrás se iba quedando Sánchez, mientras que Bragado y Avellaneda se mantenían en sus posiciones. El madrileño seguía de forma regular marcando alrededor de los 9'30'' por vuelta, mientras que el ibicenco volvía a bajar de esa marca en el tercer giro después de haberse acercado a los 9'40'' en el segundo. De hecho, Mario aguantó su ritmo hasta el kilómetro 12, donde lo elevó a más 9'40'' por vuelta, pero fue en el kilómetro 16 donde de verdad empezó a sufrir y sus parciales rondaban siempre por encima de los 10' por vuelta.

Al mismo tiempo Pérez mejoraba sus parciales, con una media menor a 9'10'' entre los kilómetros 16 a 28. Pinardo, por su parte, aprovechaba ese mismo tramo de la prueba para recuperar terreno, donde logró su mejor parcial 8'56'' (km. 26).

Fue en el kilómetro 32 cuando Pérez vio peligrar sus opciones de triunfo a manos de Pinardo, que se le igualó luego le sacó ventaja en la vuelta siguiente. Para entonces atletas como José Ignacio Díaz, Juan Antonio Porras o José Antonio González ya habían abandonado o estaban a punto de hacerlo. Avellaneda ya estaba muy atrás, pero a pesar del sufrimiento seguía con la idea de acabar la prueba.

Y cuando parecía que Pinardo se marchaba hacía el oro y que Pérez se conformaría con la plata, por detrás, como si viniese de otra carrera diferente, Bragado se acercaba a Pérez, al que superaba en el km. 38. Luego daría cuenta de Pinardo, que también acabó siendo superado por Pérez, que así recuperó la plata (km. 44). Avellaneda fue octavo en la prueba y sexto de España.