Felipe Vivancos parece estar saliendo del bache en el que cayó hace ya algo más de un año. Su lesión en el tendón de Aquiles tuvo resolución médica el 29 de mayo de 2008, pero no ha sido hasta ahora, un año después de saber que estaba lesionado, cuando el vallista del Club Atletisme Pitiús (CAP) empieza a ver el final de un año de parón.

El mismo lo expresa con claridad meridiana: «Voy mejorando poco a poco. Entreno con más o menos molestias a un 80 o 90 por ciento, pero estoy contento porque hace un año era incapaz de calentar», explica y añade: «He ido entrenando en progresión desde final de año; haciendo rectas, tocando más la velocidad e incluso con vallas pequeñas, porque las grandes todavía no puedo. En el liso voy bastante bien», aclara.

Las lesiones en el tendón de Aquiles son siempre delicadas y complicadas, pero dentro de lo malo Vivancos ha tenido suerte. En este sentido, de momento, el discípulo de Luis Miguel Calderón se muestra optimista con los resultados de la intervención quirúrgica: «Peor no me ha dejado. Estoy rodando, haciendo pesas e incluso algunos saltos. Hay veces que después de dos o tres días se me resiente o tengo molestias, pero al menos no me duele como antes».

No es su caso pero se suele decir que los que se rompen el tendón no vuelven a ser los mismos: «Es que cuando te rompes el tendón te hacen una 'ñapa'. No tiene nada que ver porque tienen que fabricarte una nueva inserción en el hueso. Mi caso no tiene nada que ver, porque a mi lo que me han hecho ha sido rasparme la parte del tendón y de la inserción que estaba afectada para que no me duela. Si me lo llego a romper me retiro casi seguro. Por lo menos para las vallas, para el liso es diferente, hay velocistas que han quedado bastante bien», aclara.

En este mes que lleva entrenando Vivancos ha tenido que ir despacio y bajo la supervisión de los servicios médicos y el fisioterapeuta: «Hasta ahora, el 'fisio' controlaba todo lo que hacia y me trabajaba la pierna varias veces al día. Ahora ya entreno 4 días a la semana y entreno guiándome más por mis propias sensaciones y el fisio me trata una vez al día», explica.

Como toda lesión, está no sólo le ha afectado físicamente, sino que también ha tenido sus consecuencias psicológicas: «Una lesión así te afecta mucho, porque va pasando el tiempo y ves que no mejoras. Pero todos los atletas de cierto nivel han pasado por una situación similar alguna vez en su carrera deportiva», asegura

Hasta el momento sus entrenamientos no son del todo normales. Todavía no trabaja con las vallas de competición y no realiza los habituales saltos con las dos piernas juntas, por ser «demasiado agresivos» para su pie. Sin embargo, Felipe que ayer nos atendió tras finalizar un entrenamiento habla cada vez más como un atleta en activo y no como un deportista convaleciente.

La temporada

Para la presente temporada sus planes aún son prudentes: «La temporada de pista cubierta nada de nada. Llegamos tarde porque sólo hace un mes que entrenamos. Vamos a prepararnos, si todo va bien y no hay pasos atrás en la recuperación, para la temporada de verano. No nos marcamos ningún objetivo porque desde febrero del año pasado no he vuelto a correr una carrera de vallas y es demasiado tiempo. Ya es difícil correr un 110 vallas a tope cuando estas bien, con lo que en estas circunstancias, todavía más. Hace un tiempo el plan era hacer un 60 lisos en pista cubierta para probar, pero no ha dado tiempo. Así que es posible que corramos en mayo. Habrá que empezar pronto para coger el ritmo de competición».