Hay empates en los que te marchas con la sensación de haber ganado un punto y otros en los que te sientes derrotado. Las tablas que firmó ayer el San Rafael contra el Montuïri dejaron esta última sensación, pues el conjunto ibicenco fue el que puso el juego y las oportunidades de gol ante un cuadro mallorquín que hizo lo justito para obtener un punto y mantenerse así invicto a domicilio.

 

En la primera parte, el San Rafael fue notablemente superior. Salió más enchufado que el Montuïri hasta el punto de que a los tres minutos ya pudo conseguir el primer tanto del encuentro en un cabezazo de Buti que se estrelló en el larguero. Los pupilos de Mario Ormaechea dejaron así claras sus intenciones. Querían olvidar cuanto antes la derrota en Alcudia de la semana pasada, por lo que salieron como leones al campo en busca su presa: el gol.

 

El cuadro azulón metió el miedo en el cuerpo de los mallorquines, que no sabían cómo frenar al San Rafael por alto ni en jugadas a balón parado. Dani, que regresó ayer a la titularidad en el lateral derecho, utilizó el guante que lleva en la pierna derecha para, en el minuto 13, servir un centro medido en el saque de una falta a la cabeza de Adrián Rosa, que remató alto por poco. En el 23', un centro chut del mismo Dani estuvo a punto de sorprender a Josemi, que voló para enviar el balón a córner.

 

Entre medias, Adrián Ramos había tenido dos ocasiones manifiestas de gol, pero falló en la definición. En ambas oportunidades, el portero no estaba entre los tres palos, pero lanzó fuera, primero, y a los pies de un defensa, después.

 

El Montuïri no encontró la forma de generar peligro y demasiado hizo con mantener su puerta a cero. De hecho, sólo había rondado el área local un par de ocasiones. En el minuto 13, Edi remató de cabeza fuera en el primer palo tras un saque de esquina, y en el 31, los visitantes reclamaron un posible penalti de Buti que el árbitro resolvió con falta en ataque.

 

El San Rafael era el que más estaba buscando el gol y, fruto de su insistencia, obtuvo premio en el minuto 38; una internada de Salazar, que cayó derribado por el portero, acabó con el balón en pies de Adrián Ramos, que marcó a placer. Fue el único tanto de la primera parte, que hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego.

 

Tras la reanudación, el decorado cambió por completo. Y es que los mallorquines empataron la contienda a los dos minutos de la única manera en que podían hacerlo: a balón parado. Fue en una falta ejecutada desde la izquierda y remató Bigas al fondo de las mallas. El silencio se adueñó de la grada, que veía cómo el Montuïri había empatado el encuentro con la ley del mínimo esfuerzo.

 

A los pupilos de Ormaechea se le nublaron las ideas por un momento y el cuadro mallorquín estuvo a punto de adelantarse en el marcador en una nueva jugada a balón parado cuando Salinas lanzó una falta al larguero en el minuto 58.

 

Últimos intentos

La reacción no se hizo esperar; Bonilla se plantó solo ante el portero tras un mal despeje de Barto y cruzó el balón sin mucha fuerza, lo que permitió la parada de Josemi. Salazar, solo en el segundo palo, se quejaba de que no le hubiera pasado el balón. Poco después, el ex delantero del Mercadal no llegó por muy poco a un centro desde la banda izquierda de Carlos Fernández.

 

Una clarísima mano de Campins dentro del área visitante y una falta directa ejecutada por Grimaldo que Josemi despejó con apuros en la recta final fueron las últimas oportunidades de un partido que acabó repartiendo un punto a cada uno, pero con la sensación de que el San Rafael dejó escapar dos y el Montuïri ganó uno.

«Es inadmisible que un tío esté totalmente solo en el área pequeña. Si hay algo que me incordie en el fútbol es que me marquen a balón parado». Así de contrariado se mostró Mario Ormaechea tras concluir el encuentro contra el Montuïri. El técnico del San Rafael dijo que «uno se la ha tragado» y recordó que la falta que supuso el empate «sobraba». Con todo, indicó que «no pasa nada, porque hemos sumado un punto, que es bueno». «Esto es por las veces que hemos ido perdiendo y luego empatamos, como contra el Constància, pero, sinceramente, hemos perdido dos puntos. Nuestro portero no ha tenido que hacer mucho», explicó el preparador rafeler.

Diego Enri, entrenador del Montuïri, apuntó al término del partido que el empate ha supuesto «un punto importantísimo para nosotros». «Nos enfrentábamos a uno de los mejores equipos de la categoría, que lleva una dinámica ganadora, por lo que para nosotros era muy complicado», explicó. El técnico señaló que «en la primera parte tuvimos muchos problemas para frenar su juego directo y pudimos encajar algún gol, pero la segunda parte tuvo una dinámica distinta y estuvimos muy serios».

Dani, que regresó ayer al lateral derecho, hizo autocrítica: «Últimamente salimos un poquito empanados en las segundas partes. Habíamos hablado en el vestuario para ver si salíamos animados y atentos, y al final nos han metido el gol. Luego, lo intentas y lo intentas, pero ellos también son un buen equipo y se defendieron bien». El defensa del San Rafael piensa que «mirando el partido y las oportunidades, el punto sabe a poco», pero recordó que se trata de «uno más para la salvación, que es lo que cuenta». Sobre su regreso al once titular, el jugador comentó que se sentía «contento». «Siempre que uno vuelve a jugar se va contento y, si gana, mejor aún», agregó.

Carlos Fernández, delantero del San Rafael, reconoció que los suyos se habían quedado «con un mal sabor de boca» tras el pitido final, ya que habían tenido «bastantes ocasiones para ganar». «No hubo suerte, pero es mejor puntuar que no hacerlo», añadió el atacante. El futbolista destacó que el Montuïri es «un equipo que corre, lucha y pelea. En la segunda parte se ha encontrado el gol y, a raíz de ahí, no hemos sabido jugar bien ni sacar adelante el partido». El jugador reconoció que tiene «las rodillas tocaditas». «No tengo descanso y voy arrastrando cada semana un poquito de molestias. Hago lo que puedo y ya está», comentó Carlos, quien confesó atravesar «una mala racha con las lesiones».