No sería oficial, pero sí oficioso. El Palacio de Congresos de Ibiza se juega esta tarde el seguir vivo en la competición liguera. Si gana, todavía mantendrá esperanzas, pero si pierde hoy ante el Asefa Estudiantes, antepenúltimo en la tabla, se despedirá de cualquier opción de mantener la categoría. Y es que una derrota colocaría al equipo a tres victorias de la salvación a falta sólo de ocho jornadas, una diferencia que ya sería prácticamente insalvable. «Todo son finales, pero hay que reconocer que este partido es más importante que los otros. Si podemos ganarlo daremos un pequeño paso adelante, pero si perdemos será un paso aún más grande hacia atrás. No estará todo perdido, porque matemáticamente aún quedarían opciones, pero casi. Por eso sólo nos vale la victoria», afirmó Àlex Pérez, entrenador del PDV.
El técnico, por primera vez en prácticamente toda la temporada, podrá contar con todas sus jugadoras para el partido ante las madrileñas. La recuperación de Sandra Pirsic, que ya jugó el jueves en Moscú en la Eurocup femenina, aunque todavía algo mermada, permite disponer de la plantilla al completo y, sobre todo, ganar en fortaleza y capacidad intimidatoria en el juego interior. Pirsic reaparecerá hoy en competición liguera después de dos meses de su último partido, que coincidió, precisamente, con el segundo y hasta ahora último triunfo del Palacio de Congresos, el pasado 5 de diciembre ante el Hondarribia Irún (68-62).
«Sandra nos tiene que echar un cable en este final de competición y es una pieza muy importante, que no nos ha podido ayudar durante casi toda la temporada. Queríamos que la jugadora se sacara el nerviosismo y la tensión en el encuentro ante el Dynamo de Moscú, para que llegara con algo más de ritmo para el partido ante el Estudiantes. Ante las rusas jugó unos 17 minutos, quizá más de lo recomendable, pero se sentía bien y por eso la tuvimos en la pista más tiempo de lo previsto», comentó Pérez.
A romper la racha
La expedición ibicenca regresó ayer por la tarde a la Isla después de su viaje a Moscú sin tiempo para lamentarse de la eliminación en los octavos de final de la competición europea. «Hicimos un buen partido y tuvimos opciones de llevarnos el triunfo, aunque la eliminatoria estaba muy cuesta arriba por la renta que ellas sacaron en el partido de ida. Fue una lástima el resultado, pero la imagen que dio el equipo fue muy buena», añade el entrenador, que espera poder sumar esta tarde su primer triunfo desde que él y Javier Quiñonero se hicieron cargo del equipo por la destitución de Jenaro Díaz. «El Estudiantes viene de ganar dos de sus tres últimos partidos y nosotros llevamos siete partidos sin ganar, pero las rachas están para romperse. Espero que podamos acabar con su buena trayectoria y que empiece la nuestra», señaló el entrenador catalán.
Para este partido, el club hace un llamamiento para contar con el mayor apoyo posible de sus aficionados. Por eso, la directiva lo ha declarado jornada de puertas abiertas, con el deseo de que el pabellón municipal de Santa Eulària se vuelque con el equipo y que sea el jugador número seis ante el Estudiantes.