Emanuele Maffezzoni presencia en el palco del Ibiza el partido ante el Portmany acompañado por Pepe Bufí y Andoni Valencia.

Emanuele Maffezzoni fue detenido ayer por el Cuerpo Nacional de Policía y hoy pasará a disposición judicial acusado de un delito de estafa en hoteles de Mallorca así como por apropiación indebida de un instrumento musical, según pudo saber este periódico. La detención del italiano supone un nuevo borrón para la UD Ibiza, que vive sus momentos más bajos y que camina hacia su desaparición tras perder al que en su día fue considerado como el «salvador» del club.
Maffezzoni salió a la luz pública el pasado 26 de marzo, cuando fue presentado en rueda de prensa por Andoni Valencia e Ibon Begoña como nuevo inversor de la UD Ibiza a través de la empresa Management Lele Corporation. Desde un primer momento su desembarco en el club originó serias dudas sobre la viabilidad del proyecto, sobre todo por la experiencia negativa sufrida con Antonio Stina y Tiziana Schipani y porque dicha sociedad mercantil, que en la presentación se había dicho que era «un conglomerado de empresas de origen panameño, venezolano e italiano» se había constituido apenas un mes antes y con un capital social de únicamente 3.000 euros. Su primera acción como inversor del club fue afirmar que había depositado un talón de 29.000 euros para saldar la deuda con los entrenadores Sergio Tortosa, Daniel Ferrer y Alfredo Santaelena, aunque ese talón fue rechazado por el delegado insular de la Federación Balear, Pepe Roselló.
El 28 de marzo, el italiano presidió en el palco de Can Misses el primer partido del conjunto dirigido por Onofrio Barone, que ganó por 1-0 a la Peña Independiente clasificándose, de esta forma, para disputar la liguilla de Regional Preferente junto al Portmany, Luchador y Sant Jordi.
Al día siguiente, Tolo Darder e Ibon Begoña presentan su dimisión, lo que supone la salida del club de Stina y Schipani debido a que la junta ya no era legalmente válida. Se constituye una comisión gestora presidida por Andoni Valencia y formada por Marci Rojo, Damià Massanet, Cati Ferrer y Marcelo Cerrato, cuyo objetivo es convocar elecciones y que Maffezzoni pase a convertirse en el nuevo presidente de la entidad.

Promesas falsas
A partir de ese momento, se suceden las promesas, todas ellas falsas. El 4 de abril, Maffezzoni asegura a este periódico que ha abierto una cuenta a nombre del Ibiza con 1.118.768 euros para pagar toda la deuda de la entidad y garantizar así su futuro a largo plazo. Además, afirma estar en su despacho «esperando a los entrenadores Tortosa y Ferrer para pagarles los 20.000 euros que se les deben y los 9.000 por medio de una transferencia bancaria a Santaelena». Ese dinero no llegó entonces, como tampoco la llegada prometida por el italiano de Giuseppe Materazzi, padre del jugador internacional por Italia y primer director deportivo de la etapa de Stina, así como la de Jonathan Ondina, al que dice haber abonado en su cuenta 30.000 euros, y el resto de jugadores que se marcharon en diciembre debido a la falta de cobro.
El 7 de abril, poco antes del inicio de la liguilla de ascenso, la UD Ibiza recobra la esperanza. Andoni Valencia, presidente de la comisión gestora, afirmó en rueda de prensa que el club meditaba retirarse de la competición en 48 horas si Maffezzoni no ponía dinero sobre la mesa. Por la tarde, el italiano mueve ficha y paga los 20.000 euros a Tortosa y Ferrer y afirma que, al día siguiente, pagará a Santaelena para que el club, que lleva muchas jornadas completando las convocatorias con los juveniles, pueda tramitar nuevas licencias.
Esa ilusión acaba pronto. El 9 de abril, Valencia comunica que «el señor Maffezzoni no es quien representa a la entidad en estos momentos». El italiano no ha pagado a Santaelena y el club decide afrontar la liguilla, aunque tiene que volver a recurrir a los juveniles ante la imposibilidad de hacer nuevas fichas.

Desenlace
Maffezzoni sigue prometiendo cosas, aunque los hechos siguen contradiciéndolo. El 22 de abril afirma haber entregado cheques a cinco jugadores y al cuerpo técnico, que luego resultan no tener fondos. El 23, el último día de plazo para hacer fichajes, se cierra sin que pague la deuda a Santaelena porque, como afirma «no se ha puesto al teléfono en todo el día». El 24 anuncia su faraónico proyecto de construir a cuatro años vista una ciudad deportiva en Santa Eulària, para lo que dice que abonará 10,5 millones para la compra de una finca en dicho municipio. Por último, el viernes se publicó sus hasta ahora últimas declaraciones, en las que afirma que va a dejar el club, aunque «voy a poner 256.000 euros para pagar a todos». No tendrá tiempo. La Policía Nacional le detuvo ayer por su impago en varios hoteles en Mallorca y está siendo investigado por otros posibles delitos.

Reacciones
Andoni Valencia, presidente de la comisión gestora de la UD Ibiza, señaló ayer no saber nada de la detención de Emanuele Maffezoni por un delito de presunta estafa. «Por el momento no tenemos ninguna noticia oficial y no nos vamos a pronunciar hasta saber qué es lo que ha ocurrido. A lo mejor se trata tan sólo de un accidente de tráfico. Todos somos presuntos hasta que no se demuestra lo contrario», afirmó Valencia. El presidente de la comisión gestora quiere desmarcarse de la situación por la que atraviesa el italiano. «Este señor había hecho manifestaciones públicas en el sentido de que quiere presentarse a las elecciones de la UD Ibiza del próximo 14 de mayo, pero todavía no ha presentado la candidatura. Es cierto que había cumplido con algunas deudas del club y nos consta que estaba pagando el alojamiento y manutención del algunos futbolistas. El club está abierto a que cualquiera pueda presentar su candidatura y sólo necesita tener el aval social, que en el Ibiza es sólo del 5 por ciento de los porcentajes de los socios. No entramos en otras consideraciones», señaló el directivo de la UD Ibiza.