Fin de la historia. La UD Ibiza-Eivissa disputa esta tarde en Sant Antoni el que seguramente es el último partido de los rojillos. Lo hace con un equipo integrado exclusivamente por juveniles, sin ningún futbolista del primer equipo y sin opciones deportivas. «Hay sentimientos encontrados. Por una parte, ha sido una temporada tremendamente difícil y dura, por todo lo que hemos vivido, y hay ganas de que acabe de una vez este sufrimiento. Pero, por otra, casi con toda probabilidad éste será el último partido del equipo y es una pena acabar de esta manera», declaró Ibon Begoña, director deportivo del Ibiza.
El partido, tal y como reconoce el propio Begoña, es intrascendente para el club, pero su objetivo ante el Portmany es «salir a ganar, porque es lo que nos corresponde hacer. No se puede adulterar la competición de ninguna manera y vamos a intentar sorprender en su campo al rival. Lo que es seguro es que plantaremos batalla».
Para este encuentro, Onofrio Barone sólo cuenta con futbolistas del juvenil, puesto que ya no queda ni rastro de los futbolistas italianos. «La convocatoria estará formada por siete u ocho jugadores del juvenil A, entre los que se encuentran Héctor, Miguel, Tomillero, José García, Roberto, Guti y Lolo, y varios del juvenil B, como Cristian, Àlvaro, Cardona y Àngel Escudero. Son futbolistas que han demostrado su ilusión por jugar en Regional y que intentarán hacerlo lo mejor posible en Sant Antoni», añade el director deportivo de una UD Ibiza que hace sólo un año militaba en Segunda B y, ahora, afronta los últimos días antes de su disolución.