Instante de la última edición de la Pujada. | GABY VILA

Las angostas rampas de sa Cala de Sant Vicent ya respiran el especial aroma de los motores, el agradable, para muchos, olor a carburante y goma quemada. Los 57 pilotos (36 coches y 21 motos) que finalmente participan en la vigésimo sexta edición de la Pujada a sa Cala de Sant Vicent, prueba puntuable para el Campeonato de Balears de automovilismo, se encuentran desde primera hora de la mañana en los primeros kilómetros de la carretera PM-811.
Entre los puntos 2 y 7 de la mítica ascensión pitiusa se vivirá desde hoy la prueba 'reina' del automovilismo y el motociclismo ibicenco. Sa Cala volverá a poblarse, como cada año, por miles de aficionados que para esta edición cuentan con el aliciente de los 43 pilotos locales que toman parte en la competición.
La Pujada comienza esta misma mañana, entre las 08,30 y las 12,00 horas, con las pertinentes verificaciones administrativas y técnicas. Las miradas se centrarán en el estado del Mitsubishi Lancer Evo IX de José Joaquín Fernández tras sufrir, hace dos semanas, un grave accidente en la Subida a Dénia.
Por la tarde, desde las 14,00, se realizarán las dos mangas de entrenamientos. La carretera estará cerrada de 13,00 a 20,00 horas en esta primera jornada. Mañana habrá otra manga de entrenamientos, a partir de las 08,30 y, posteriormente, se disputarán las dos de carrera, de las cuales puntúa la mejor. La carretera estará cortada de 07,45 a 14,30 horas.