La dinámica de resultados que está protagonizando la Peña Deportiva ha situado en el disparado a su técnico, Paco Onrubia, que se enfrentará el próximo domingo, contra el Montuïri, a una auténtica final para continuar en el cargo.
El hecho de no haber sido capaz de derrotar a ninguno de los cinco gallitos a los que se ha enfrentado -incluyendo a San Rafael (1-1), Binissalem (1-2), Constància (0-0), Poblense (1-1) y Llosetense (1-0)- obliga al conjunto de Santa Eulària a sumar los tres puntos frente al sexto clasificado, el último rival de 'su' liga al que tendrá que hacer frente antes de la visita del Campos, el próximo 8 de enero coincidiendo con la última jornada de la primera vuelta.
Obsesión por ganar
La directiva celebró ayer la habitual reunión semanal en las oficinas del club. En ella se discutió sobre el choque venidero y la derrota del pasado sábado en Lloseta. Desde el club se emite un mensaje de tranquilidad y paciencia. Existe la convicción de que el equipo conseguirá la victoria ante el Montuïri y, a partir de ahí, se logrará enlazar buenos resultados para regresar de nuevo a la zona noble de la clasificación.
Este es el deseo, pero también la obsesión de la Peña Deportiva: sumar de tres en tres y aparcar los asuntos extra deportivos. Sin embargo, en el fútbol mandan los resultados y un nuevo pinchazo podría resultar definitivo para el preparador manchego.