IBIZA PDV SOLLER | Marco Torres

Vicente Torres reconoce que esta temporada «es la más dura que nos ha tocado vivir. Para nosotros debería ser un hobby, pero este año ha sido más bien una pesadilla». El presidente del CB Puig d'en Valls y su directiva han tenido que lidiar no sólo con la mala situación deportiva, que hace que el equipo esté ya prácticamente desahuciado, sino por todos los problemas económicos que han paralizado la gestión normal en el seno del club.

-Faltan cuatro jornadas, ¿cree usted en milagros?
-Más que creer en los milagros, pienso que hay que tener los pies en el suelo. Prácticamente estamos ya en Liga Femenina 2, porque a la altura que estamos en la competición, y con sólo tres victorias, es impensable que ahora ganemos tres partidos cuando no lo hemos hechos en toda la temporada. Está claro que a estas alturas ya no se pueden esperar muchos milagros.

-Recapitulando lo que ha sido la temporada, ¿se arrepienten de algo o hubiesen hecho alguna cosa de forma diferente?
-Si hubiéramos sabido que se nos iba a recortar tanto el dinero posiblemente las decisiones hubiesen sido otras. Para mí el nuestro no es un descenso deportivo, es un descenso económico. No hemos podido hacer una plantilla competitiva para afrontar la temporada en condiciones y ya se han visto las consecuencias. Todos sabíamos que iba a ser una temporada muy complicada, porque era la plantilla más barata de la historia del club y quizá un 50 por ciento más barata que otras de Liga Femenina. Así era muy difícil competir.

-¿Está asegurada la continuidad del club pase lo que pase?
-Por supuesto. Una cosa es el descenso y otra la continuidad del club. La entidad va a seguir y si ahora toca jugar en una categoría más abajo después de diez años en la elite, pues se jugará. No es ningún drama.

-Dentro de dos meses, el 28 de abril, se cumplen los diez años del ascenso a Liga Femenina. ¿Hay motivo de celebración?
-Es una fecha que siempre hay que celebrar. Somos un club muy modesto y, tras cinco ascensos consecutivos, llegamos a la máxima categoría, lo que fue un sueño. Por eso es un día muy especial y que hay que celebrar independientemente de lo que pase con el tema deportivo.