El Atlético Isleño conoció ayer la resolución del Comité de Competición balear sobre la tarjeta roja directa que vio Toni Troya por un presunto codazo intencionado sobre un futbolista del Binissalem en los últimos minutos del encuentro jugado el pasado domingo.
A pesar de que el club defendió tras el encuentro la inocencia del jugador, el comité le ha sancionado con dos partidos «por producirse de manera violenta a un contrario sin posibilidad de disputar el balón», indica el ente federativo.
El técnico Pepe Arabí no ocultó su sorpresa al enterarse de la resolución, que califica de «desorbitada». «Si hubiera sido un partido también porque no hay intención de golpear al jugador. Fue un salto con los brazos abiertos y el otro, al caer, hace teatro», aseguró el preparador ibicenco. No obstante, indica que «hay que acatar la decisión» para evitar «problemas».
Arabí tampoco podrá contar para el partido ante el Constància con Toni Ramírez ni con el meta David Prats, con problemas de rodilla.