Imagen de los participantes en una prueba de motocross celebrada en el circuito provisional de sa Coma.

El colectivo del motor en Eivissa y Formentera se ha puesto en pie de guerra en los últimos días por entender que Medi Ambient había ‘archivado’ un asunto de especial preocupación como es el cierre del circuito provisional de sa Coma. Se cumplen ya 12 días de la medida adoptada por la conselleria balear ante un riesgo de incendios en una zona ANEI (Área Natural de Especial Interés), y las instalaciones continúan clausuradas, aunque parece que no por mucho tiempo.

El decreto afecta especialmente a los pilotos que compiten a nivel balear y nacional, pues sa Coma es su único lugar de entrenamientos. También a clubes como el Motoclub de Formentera i Eivissa, que está pendiente de organizar el próximo día 17 una prueba de motocross puntuable para el campeonato autonómico.

De la indignación inicial por la forma como se cerró el recinto se pasó a un estado de incertidumbre y esperanza por la mediación del conseller d’Esports, Rafa Triguero, para tratar de encontrar soluciones que evitasen el cierre.

Este trabajo tiene visos de hallar sus frutos. Anoche, ambas consellerias abordaban el asunto intercambiando documentos y valorando informes y solicitudes.

En medio de esta situación, los pilotos están perdiendo la paciencia. Creen que sin entrenar durante un mes pueden perder toda la temporada y acordaron en una reunión mantenida hace días llevar a cabo medidas drásticas si se certifica el cierre durante los meses de verano.

Los pilotos, según informó ayer un responsable insular, están «cabreados», pero dispuestos a colaborar. Según esta misma fuente, desde el colectivo se aceptarán todo tipo de acciones, como dejar de repostar en las instalaciones. Pero si no se consigue evitar el cierre en los próximos días, alertan, estudian tomar medidas drásticas como ir a entrenar a otros puntos de la isla de manera ilegal, a riesgo de ser denunciados, o dar más repercusión mediática a su situación.

Los afectados por el cierre tienen claro cuáles son las reglas básicas para mantener abierto el circuito y tan solo esperan que Medi Ambient las acepte cuanto antes. Ese día podría ser hoy mismo. Las más significativas son: no fumar en toda la instalación, designar una zona de repostaje alejada, que ninguna moto acceda a la zona protegida, que haya distancias de protección señalizadas entre la zona de motos y los árboles, disponer de un tanque de agua y, para las carreras, avisar al cuerpo de bomberos y contar con agentes de Protección Civil.

El colectivo de pilotos se ha hecho escuchar. Medi Ambient será estricta en sus exigencias a la federación balear y los responsables insulares, pero levantará su sanción si todo transcurre por los cauces normales.