Las deudas generadas por los patrocinadores privados y las instituciones públicas con entidades como los clubes de fútbol de Tercera División marcarán su hoja de ruta en la planificación de sus respectivas plantillas para la próxima temporada. En unos lugares está pasando más factura que en otros. Así, mientras clubes como la Peña Deportiva salen a flote gracias al tradicional respaldo de todo un pueblo, a pesar de la importante reducción del presupuesto anunciado de cara al próximo ejercicio, otros dependen casi en exclusiva de las cantidades pendientes de distintas fuentes de financiación como son las subvenciones públicas. Para San Rafael y Atlético Isleño, el retraso en el cobro de este tipo de ayudas está resultando muy preocupante. Ambos clubes adeudan tres mensualidades a sus plantillas y cuerpos técnicos, además de primas pactadas que tampoco se han podido abonar. Un bueno número de jugadores se plantea como último recurso denunciar ante la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) como medida para cubrirse las espaldas. El plazo finaliza el próximo día 15, por lo que existe el riesgo de que dos entidades que han cumplido en lo deportivo acaben mal paradas por culpa de una crisis que, como si de un tsunami se tratase, arrasa con todo.