Una imagen de la prueba.

El circuito de Sa Coma abrió ayer sus puertas a pesar de no estar aún preparado y haberse precintado por una serie de medidas que han de cumplirse para que vuelta a poder ser usado como circuito de motor. El motivo no fue otro que una prueba balear de autocross, que reunió a varios amantes de esta disciplina deportiva en tierras ibicencas.
Está previsto que en un plazo máximo de dos semanas quede totalmente rehabilitado el circuito para su práctica deportiva. Los amantes del motocross serán los que habitualmente utilicen el circuito para la práctica de su deporte. Eso sí, ellos no pudieron evitar la cancelación de una prueba autonómica del calendario de motocross, prevista también para el pasado fin de semana.