«No tengo la cabeza puesta en volver, pero nunca se sabe»

—¿Cómo afronta su último partido en la Peña?
—Pues un poco triste. Sé que es mi último partido y eso me hace afrontarlo con tristeza.

—¿Le gustaría algún tipo de despedida u ovación especial?
—Sí, pero no espero que se haga nada especial por mí. He estado a gusto en el club y ya está.

—¿Cómo definiría su estancia en Santa Eulària en estos últimos años?
—Ha sido una experiencia positiva. Nunca había estado fuera de mi casa y no me arrepiento de haber venido aquí. No he tenido problemas con el club, que siempre se ha portado bien conmigo.

—Si pudiera cambiar algo, ¿qué sería?
—La espinita que me queda es la de no haber conseguido el ascenso a Segunda B en mi primer año y no haber entrado en el ‘play off’ después. Nos quedamos a las puertas. Me habría gustado lograr el ascenso, como a todo el pueblo, pero hay tiempo por delante y llegará. Por lo demás, nada que reprochar. Me llevo grandes compañeros y amigos.

—¿Cree que se marcha en su mejor momento?
—La verdad es que me sentía muy bien esta temporada con el míster y con los compañeros en el campo. Se ha hecho un grupo que se compenetra bastante bien para lo poco que lleva junto. Parece que se están haciendo bien las cosas.

—¿Hay alguna posibilidad de que vuelva antes de que acabe la temporada?
—Nunca se sabe. De momento, no tengo la cabeza puesta en un regreso, pero quién sabe. La cabeza la tengo en estar con la familia. Es lo que necesito en estos momentos.

—¿Cómo será el partido contra el Formentera?
—Será difícil, como casi todos los encuentros. El Formentera viene de ganar y está en un buen estado de forma. Vamos a salir a morder, como hasta ahora, y enchufados, porque de lo contrario podrían hacernos daño. Saldremos concentrados al máximo con el fin de no concederles esa oportunidad.