Los jugadores del teruel observan la acción ofensiva de Sevillano. Al fondo, la nueva pancarta de apoyo al Ushuaïa. | (c) Sergio G. Canizares

No dudó Toni Gino en reconocer al término del encuentro que los espectadores habían presenciado el mejor partido de la historia del Club Voleibol Eivissa. No exageraba el técnico argentino. Su equipo acababa de sucumbir frente al tetracampeón de Superliga, pero los rostros de la gente y de sus propios jugadores indicaban algo que va más allá de las meras estadísticas.

El Ushuaïa Ibiza Voley plantó cara al todopoderoso CAI Teruel. No solo eso; le tuvo contra las cuerdas durante más de una hora, desplegando un juego jamás visto en Es Viver. Todo un espectáculo que agradecieron los cerca de 300 espectadores que se dieron cita en el emblemático pabellón ibicenco.

Estrenó así su casillero de puntos el bloque de Gino –un punto al conseguir dos sets a favor– frente al adversario más temible.

No se equivocaba el punta Juan Modesto Guerrero cuando aseguraba en este periódico el pasado miércoles que «sería increíble para la afición lograr uno o dos sets ante el Teruel». El alicantino, ducho en esta competición, daba más valor a las «sensaciones» que desprendiera el equipo para comenzar a saborear la categoría.

Pues se cumplieron los dos pronósticos. El colectivo amarillo se desenvolvió a las mil maravillas en todas las facetas del juego: defendió con coraje y criterio y atacó con la misma valentía y con acierto, dirigido con maestría por Carlos Mora y también por el ibicenco Christian, quien ayer tuvo su dosis de protagonismo.

Guerrero volvió a ser la referencia ofensiva junto a Borges y Costa y sus bloqueos resultaron determinantes, como el resurgir del veterano Edmond Solanas, brillante durante las dos horas y media que estuvo sobre la pista. El Ushuaïa Ibiza llegó a desesperar al campeón aragonés y pudo incluso sacarle los colores en un cuarto set que reflejó un 18-8 favorable a los locales.

Para entender lo ajustado del marcador hay que referirse a la motivación con que saltó a la cancha el equipo ibicenco y su ambición innata por crecer. Precisamente motivación le faltó a un CAI Teruel que venía de perder en Bélgica en la Champions League y que jamás hubiera imaginado cómo se las gastan los muchachos de Toni Gino.

Solo los errores de novato y la contundencia defensiva del campeón desnivelaron la balanza. Los detalles en momentos clave del partido se decantaron del lado de los turolenses. Faltas en el saque por pisar la línea o remates desviados que daban vida a un Teruel herido.

Momentos clave

El CAI Teruel remontó en el tercer set un 17-13 adverso para ponerse por delante en el marcador global. Pero la formación amarilla ya había dado señales de que iba a vender muy cara la derrota.

El encuentro ingresó en su fase decisiva y los jugadores del Ushuaïa Ibiza no se amilanaron. El cuarto set fue sencillamente espectacular. Guerrero se metió al público en el bolsillo con sus bloqueos ganadores –siete hizo durante el encuentro– y los saques directos de Arthur Borges terminaron por desquiciar a su rival. La bestia reaccionó por medio del brasileño Dreyer, hasta el punto de situarse a un solo punto (23-22). Al final, Solanas anotó el que significaba el 2-2 y que servía para estrenar el casillero en Superliga.

El quinto episodio de esta saga inolvidable lo liquidó el Teruel por la vía rápida. Aprovechó el minuto tonto de los locales para situarse 0-3 y encarrilar el set. El nerviosismo o la desconfianza encogieron las manos de los ibicencos, que acabaron cediendo ante la eficiencia del equipo de Teruel. La gesta estuvo cerca, y es la enésima de un equipo que nunca deja de sorprender.