Daniel Marí, Joaquín Jiménez, Agustín Zulueta, Kety Sierra y Jordi Calafat, ayer durante la presentación.

La elite de la náutica de competición aterriza en Eivissa para tomar parte en la Royal Cup Marina Ibiza, prueba puntuable para la 52 Super Series, la segunda regata que se disputa en Europa tras su paso por aguas de Barcelona (Trofeo Conde de Godó). Las dos primeras competiciones de estos colosos del mar, pertenecientes a la clase TP52, se celebraron en Miami (EEUU) y cerrarán el calendario con la Copa del Rey de Palma y la ‘Audi Week of the Straits’, en la isla de Cerdeña.

Los ‘Ferraris’ de la vela se examinan entre hoy y el domingo en las Pitiüses a lo largo de diez espectaculares regatas de las que nueve serán recorridos barlovento-sotavento cerca de la costa. Para el jueves, sin embargo, está previsto que se dispute una regata larga, dependiendo del parte meteorológico para ese día, que dé la vuelta entera a la isla de Formentera.

Agustín Zulueta, director general de las 52 Super Series; Jordi Calafat, regatista mallorquín –que lograra en Barcelona ‘92 la medalla de oro–; Daniel Marí, gerente de Marina Ibiza; y Joaquín Jiménez, delegado de Autoritat Portuària en Balears fueron los encargados de presentar una regata en la que tomarán parte ocho embarcaciones de auténtico lujo. «Estos barcos tienen una tecnología muy avanzada, son barcos customizados. Es una clase que sustenta mucho la industria naval. Son barcos de muy alta competición, como la America’s Cup o las grandes competiciones», explicó el director de la regata.

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