Los jugadores del Ushuaïa Ibiza Voley celebran un punto durante el partido contra el CAI Teruel de la pasada temporada. | (c) Sergio G. Canizares

El Ushuaïa Ibiza Voley tiene 48 horas por delante para definir su futuro, para alargar su proyecto en Superliga o ponerle el punto y final. La crisis económica que atraviesa el deporte nacional y el país en general le está salpicando hasta el punto de debatirse entre la vida y la muerte. Es lo que hay. Pasado mañana, día en que concluye la prórroga solicitada, la entidad que preside Javier Escandell deberá comunicar su decisión a la Real Federación Española de Voleibol. Hasta entonces, el club deberá remover la tierra para encontrar «unos 40.000 euros», que es lo que el falta para cuadrar un presupuesto de 240.000, según afirmó ayer Javier Escandell, presidente de la entidad.

«Estamos mejor que hace dos semanas, pero todavía nos faltan unos 40.000 euros», indicó el máximo responsable del CV Eivissa. Por entonces, eran 60.000 los euros que trataba de conseguir. El problema es que aún necesitan dos terceras partes de esa cifra y el tiempo se agota. La entidad va a contrarreloj, pero confía en salir adelante. «Tenemos muchos frentes abiertos. Puede ser que sigamos o puede ser que no. Es complicado. La gente no está por la labor. Y eso que Ushuaïa nos está ayudando y está tirando de teléfono para hacer un poco más de presión», dijo Escandell.

«Es una época difícil»

El presidente del club aseguró que el problema «no es que no quieran ayudar, sino que no pueden». «Entendemos que es una época complicada, pero alguien tiene que salir en nuestro auxilio. Si no sale, tampoco pasa nada. No queremos que se haga nada especial con nosotros. No es un problema nuestro, sino del deporte, lo que pasa es que nos toca el corazón porque, en este caso, hablamos del deporte pitiuso. Mirad lo que ha pasado con el Atlético de Madrid de balonmano y con algunos equipos de baloncesto. Hoy en día, todo lo que no sea fútbol parece que está vetado», explicó el responsable del CV Eivissa.

Javier Escandell, sabedor de la crisis actual, recordó que la búsqueda está centrada única y exclusivamente en el patrocinio privado. Eso sí, no dudó en lanzar un dardo al Govern por su forma de proceder con las subvenciones al deporte. «Del Consell d’Eivissa y del ayuntamiento hemos cobrado prácticamente la totalidad. Lo que nos falta son 8.000 euros del Govern de hace tres temporadas más lo de este año, que ni siquiera sabemos cuánto nos va a dar. No tiene ningún sentido que, a estas alturas y con la liga pasada terminada, no sepamos lo que nos darán. Así no vamos a ningún sitio», lamentó Escandell, que tiene de límite 48 horas para cuadrar el presupuesto o dar por finalizada la aventura del club en la elite nacional.