Ana Ferrer, jugadora del BM Alcobendas de la máxima división femenina. | Jose Manuel Martín Amigo

Una de las personas que mejor conoce los sentimientos que transmite el vestuario del HC Puig d’en Valls es Ana Ferrer Prohías. La jugadora profesional del BM Alcobendas guarda una parcela destacada de su corazón con el color azul del Puchi, el club que le inculcó los valores que hoy en día le han llevado a liderar uno de los equipos punteros de la División de Honor femenina.

La jugadora zurda está viviendo en primera persona los éxitos del que es sin duda el equipo revelación de la segunda máxima división del balonmano femenino nacional. El Puchi, esa formación nutrida en esencia por chicas del municipio de Santa Eulària, y en cuyo grupo sobresalen jugadoras de categoría juvenil como Paulina Pérez o Raquel Bejarano, ha irrumpido de manera formidable en la División de Honor Plata. Y es que el colectivo de Noel Cardona acumula tres victorias consecutivas, dos de ellas ante ‘grandes’ como el Granollers o el Amposta’, que le mantienen en el trío cabecero.