Pau Pomar, de lo mejorcito de la Peña Deportiva anoche, trata de arrebatarle el balón a un jugador del Espanyol B.

P. DEPORTIVA: 0

ESPANYOL B: 0

Si hay algo que se paga caro en el fútbol es el gol. La Peña Deportiva tiene la suerte de tener tres delanteros de alto nivel, pero ayer no tuvieron su día y eso le pasó factura. El equipo de Mario Ormaechea no pasó del empate sin goles contra el Espanyol B y, por ende, no consiguió la clasificación para los octavos de final de la Copa Federación por su desacierto ante la portería rival. No dijo adiós por falta de calidad o de entrega, sino simplemente por el condicionante más determinante del deporte rey: la pegada.

El conjunto peñista hizo méritos para doblegar al cuadro espanyolista y acceder a la siguiente ronda. Si alguien buscó el triunfo en la noche de ayer, ése fue el cuadro santaeulaliense, que parecía el de Segunda B. Y es que el Espanyol B fue completamente desarmado por una Peña que llegó a trenzar jugadas de muy bella factura. Eso sí, en la segunda parte.

El primer tiempo fue soporífero. Ambos equipos se mostraron mucho respeto y no encontraron huecos en la defensa para crear peligro. Las ocasiones de gol, por tanto, brillaron por su ausencia. José Luis probó fortuna en una bonita acción individual al cuarto de hora de juego, pero chutó fuera. La réplica la dieron Aitor y Jairo con dos disparos cruzados que Seral atajó sin problemas.

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