Cuando hace 370 días los responsables del karate continental colgaban del cuello de Víctor Aranguren la medalla de plata en la categoría kumite sub 21 (+78 kilogramos), un cruce de sinsabores se adueñaban del representante ibicenco. Su espíritu ganador le impedía celebrar con la mejor de sus sonrisas el segundo puesto en la cita europea celebrada en la localidad turca de Konya. El macedonio Berat Japuki le había privado minutos antes de la gloria en un armígero combate final que se decidió por un solo punto de diferencia (2-1). Desde entonces, el integrante del club Samyd vela armas en busca de revancha.

Poco más de un año después, Aranguren afronta su última participación en categoría sub 21 con el oro entre ceja y ceja. Es su metal más codiciado y el que en mayor medida amontona en su vitrina particular. El sanantoniense desconoce el sentido de la derrota. Desde que en 2009 ascendiera a lo más alto de un podio nacional (kumite juvenil +70 kilos), el joven estudiante de INEF ha coleccionado seis máximos distintivos, el más preciado el que le convirtió en 2011 en campeón de Europa júnior.

Desde el miércoles, Aranguren se encuentra en Lisboa concentrado con la selección española en el cuartel general del Hotel VIP Executive Art’s Lissbon de la capital portuguesa.