Ushuaïa no dio un balón por perdido en una final en la que partía con clara desventaja. | Rafa Moyá

USHUAÏA IBIZA: 0

UNICAJA ALMERIA: 3

La solidez del Unicaja Almería en los momentos decisivos de cada set privaron al Ushuaïa Ibiza Voley de prolongar más allá de los tres episodios la final de la trigésimo novena edición de la Copa del Rey de voleibol, que viaja para tierras almerienses por novena vez en la historia (0-3). El equipo de Toni Gino vendió cara la derrota y fue un digno subcampeón en su primera participación en la fase final del torneo del K.O. Sin embargo, los errores no forzados y el inmenso poderío de los andaluces en la red facilitó el triunfo ‘ahorrador’ por la vía rápida en una final que, como dato anecdótico, no fue retransmitida por ningún canal de televisión.

Los ibicencos arrancaron el encuentro con el desparpajo del equipo bisoño en este tipo de colectivo amarillo y esa ausencia de presión le permitió adquirir una ilusionante ventaja en los primeros compases del envite (6-2).

No tardaron en reaccionar los almerienses, apoyados en el bloqueo de Bugallo y en la solvencia ofensiva de Guilherme Hage. El brasileño culminó con acierto la mayoría de acciones ofensivas de Unicaja, elaboradas con maestría desde una correcta recepción. Enfrente, Edmond Solanas hacía gala de su veteranía para mantener con vida al cuadro amarillo. Con 17-21 se entró en la fase crítica del set, donde el debutante mostró síntomas de nerviosismo con una trágica sucesión de errores en el saque. Esta circunstancia resultaría clave en el devenir del choque, pues los pitiusos cometieron hasta 13 errores desde el servicio, algo impropio en un equipo que opta a un título nacional.

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