Carolina cruza la línea de meta en una de las carreras en las que ha tomado parte este año

La maternidad apartó a Carolina Gámez de la práctica habitual de la actividad física. Tal y como recuerda con orgullo, no quería perderse «ni un minuto de las maravillosas vidas» de sus dos hijos, pero con el tiempo recuperó las ganas por mantenerse en forma.

«La pregunta es, ¿qué hago?», reflexionó en un punto a sus 32 años de edad. Alentada por su marido, Francisco Javier Casanueva, aunque con cierta desgana («correr es aburrido», pensaba), comenzó a salir a ‘rodar’ y en apenas una semana ya estaba inscrita para la Cursa per la Dona 2013. «Todo fue bien. Creo que por miedo de llegar la última y por cabezona acabé la prueba. La séptima posición estuvo bien y la experiencia fue muy buena».
Carolina quedó encantada con el espíritu competitivo que despiertan estos (cada vez más numerosos) eventos, aunque, como rememora, «no me gustó cómo quedaron los tobillos, no podía ni andar».

El ‘gusanillo’ ya corría por las venas de la santaeulaliense, que no dudó en apuntarse a las siguientes pruebas populares de media distancia. «Poco a poco fui mejorando mis tiempos. Mi marido siempre me motivaba y aunque se hacía duro compaginar el trabajo, el cuidado de los niños y correr, él siempre me hizo salir adelante», explica Gámez con gratitud hacia su pareja.

«Realmente me enganché a ir a carreras populares», confiesa, hasta el punto de inscribirse a la Pujada Extrem al Puig de Missa, de 12 kilómetros, a pesar de padecer la semana previa un principio de bronquitis. «Me motivaba mucho correr en mi municipio y el día de mi cumpleaños [13 de enero]. Conseguí un tercer tiempo, pero tuve que dejar un mes de entrenar porque la bronquitis se convirtió en neumonía», admite.

A competir en serio
El percance no solo no acabó con su nueva pasión, sino que la hizo más fuerte. Comenzó a entrenar con el club de atletismo de Santa Eulària y mejoró sus marcas. El pasado mes de abril se enfrentó a los 15 kilómetros de la Passeig a Passeig y logró una «sorprendente» cuarta posición en la categoría F-30. El fin de semana siguiente volvió a pulverizar sus registros en la Portus Magnus de Sant Antoni, de tres kilómetros, hasta que el pasado día 1, bajo el marco de la Media Maratón Isla de Ibiza, cerró el círculo a un «gran primer año» con un tercer puesto en la general femenina en la prueba de 10 kilómetros.

«Al fin llegó una carrera en la que podía comparar mi tiempo respecto al año pasado. Llegando a meta un amigo me dijo «¡corre Carol que vas tercera!». Pensé que era de mi categoría, nunca que fuera de la general femenina», admite satisfecha una atleta popular que ha sido capaz de rebajar su marca en más de 12 minutos tras «empezar a correr de cero a los 32 años».

Carolina es, sin duda, un ejemplo de aprendizaje y superación en la disciplina que más auge ha experimentado en las Pitiüses.