Dani, lateral del Formentera, se escapa por el costado derecho.

El 18 de mayo pasa oficiosamente a denominarse día de San Marcos en Formentera. El portero del equipo de Luis Elcacho dio un recital de paradas para mantener con vida al conjunto de Luis Elcacho en esta primera eliminatoria por el ascenso a Segunda B, que se resolverá en Villarrobledo después del empate sin goles producido ayer en Sant Francesc.

La primera mitad no destacó precisamente por su vistosidad. Los dos equipos se mostraron mucho respeto y el balón no circuló con fluidez, sobre todo por parte local. El centro del campo rojillo no apareció en ningún momento. A Maikel no le llegaban balones y cuando tenía la pelota no supo darle la pausa necesaria al juego.

Con el pelotazo como constante, los atacantes, sin chispa en el uno contra uno, no podían dejarse ver como les habría gustado. Menos mal que Adrian y, sobre todo, Dani ayudaron con sus subidas por los laterales a desatascar un poco las ofensivas de los formenterenses, que ni siquiera llegaron a tirar entre los tres palos.

El Villarrobledo tampoco ofreció mucho más sobre el terreno de juego, pero lo cierto es que las ocasiones fueron de los manchegos. Eso sí, a balón parado. Menos mal que Marcos estuvo perfecto en todo momento, convirtiéndose en el mejor jugador del Formentera hasta el punto de que la grada coreó su nombre tras una de sus intervenciones. Pituli, por partida doble, y Juanma Ortiz lo intentaron de falta directa sin suerte. Este último también tuvo su oportunidad de cabeza, al igual que Josema en un córner, pero nunca encontraron la manera de perforar las redes del guardameta rojillo, inconmensurable en la tarde de ayer.

Tras el descanso, el decorado cambió por completo. El Formentera se convirtió en claro dominador del encuentro ante un Villarrobledo empequeñecido, que no encontraba explicación a un cambio tan drástico. Apenas tardó cinco minutos en avisar de sus intenciones el equipo de Luis Elcacho, en un cabezazo de Larra, tras un centro de Mourad, que atrapó el portero. Era el primer remate local a portería en todo el partido.