El guardameta Marcos se anticipa a los jugadores peñistas para despejar el balón en una acción del encuentro de ayer en Santa Eulària. | Toni Escobar

PEÑA DEPORTIVA: 2

FORMENTERA: 0

Dicen que la fe mueve montañas. Pues entre ella y Ramiro encarrilaron la victoria de la Peña Deportiva en el derbi contra el Formentera. El atacante, todo sacrificio, peleó hasta la extenuación por un balón al fondo de la cancha, lo recuperó y sirvió el balón a Andrés Salas, que, lanzó un disparo ajustado al palo ante el que nada pudo hacer Marcos. Era el primer tanto que encajaba esta temporada el equipo formenterense, que después recibió otro, y dio pie a la primera derrota del curso. De esta modo, el cuadro peñista, tras batir a un coco de la categoría, deja claro que aspirar a entrar en el ‘play off’ no es ninguna quimera.

Decía Luis Elcacho, entrenador de los formenterenses, que un partido físico beneficiaría a la Peña. No se equivocó lo más mínimo. El conjunto visitante tenía la intención de apoderarse del centro del campo y jugar el balón, pero no lo consiguió ni por asomo. El derbi fue una auténtica batalla cuerpo a cuerpo, con dosis extra de agresividad en ciertas ocasiones.

El balonazo fue la tónica a seguir. Si alguien quería ver un partido bonito debía ponerse la tele y buscarlo en Canal Plus Liga, porque, en Santa Eulària, fútbol se vio poco en la primera parte. Quitando un mano a mano de Mourad que salvó milagrosamente Moro, sólo a balón parado se producía cierto peligro, como en un disparo raso de Pepe Bernal que se marchó fuera lamiendo el palo (minuto 11). Un disparo de Baena en el minuto 38, después de que los locales reclamaran una posible mano en el interior del área. Poco después llegó una jugada clave para el devenir del partido. Piquero le robó la cartera a Larra, en una jugada en la que los visitantes pidieron falta, y comenzó su carrera hacia el portero. Entonces, Tena le derribó y vio la tarjeta roja directa.

Aun con uno menos sobre el césped, el Formentera, con la entrada de Armando en lugar de Bernal, se mostró consistente y plantó cara a los peñistas. Todo cambió a raíz del minuto 60, cuando el cordobés Salas adelantó a los suyos en una acción en la que el mérito fue de Ramiro –sin desmerecer, ni mucho menos, el tiro del andaluz, que no era fácil.

Los rojillos se vinieron abajo y las ocasiones de gol fueron de los visitantes. Ramiro, de falta; Ángel García, en una volea al borde del área pequeña; y Piquero, que chutó al larguero, estuvieron a punto de poner tierra de por medio. Finalmente, fue el cántabro, exjugador del Formentera, el que puso la puntilla con un gol de bandera. En una falta en el centro del campo, vio adelantado a Marcos y no se lo pensó dos veces. Lanzó desde allí y el balón besó las mallas para delirio de los suyos, que dejaron claro que, pese a los recortes, no están exentos de calidad.