Un instante de la salida de la jornada de ayer.

Como cualquiera fénix que se precie, el TP52 de Eduardo de Souza Ramos volvió a renacer ayer. Salió de sus cenizas en Tagomago para adjudicarse la prueba larga de la Zenith Royal Cup Marina Ibiza. Y lo hizo a lo grande. Venía de encadenar últimos puestos en las aguas pitiusas. Venía en horas bajas, pero una maniobra tan certera como paciente en la isla le valió para adjudicarse el triunfo final en la regata costera.

Phoenix

lleva cuatro eventos en las Barclays 52 Super Series y en todos ha ganado, al menos, una manga. Ayer también se dio el gustazo de vencer, y lo hizo en la prueba que todos quieren conseguir, la más prestigiosa de cada competición, la más larga, la más dura, la más desafiante.

Y eso que el principio de la jornada no pintaba bien para el barco del empresario brasileño. Volvió a salir en un lugar comprometido y pasó por la boya de barlovento, justo antes de poner rumbo directo a Tagomago, en la última posición. Por ahí pasó primero Azzurra, seguido de Gladiator, mientras que el gran favorito para el triunfo final, Quantum, giraba en sexta posición.

La empopada hasta la isla norteña de Eivissa fue una batalla entre Gladiator y Azzurra. Los ingleses superaron a los italianos en la larga popa de unas 12 millas y se acercaban a Tagomago en la primera posición. Sin embargo, la isla les deparaba una sorpresa en forma de viento. Poco antes de llegar al islote, cambió de suroeste a norte y el choque entre las dos direcciones provocó un desafiante pozo de viento.

Azzurra

Salió bien del primer paso por la encrucijada, pero ese parón de la flota lo que hizo fue reagrupar a casi todos los barcos. Azzurra salió primero de la isla, pero, en principio, no hizo como el Porvezza, que se fue a buscar la línea de viento junto a la costa de la isla ‘madre’, en una sabia decisión del navegante español Gonzalo Infante.

Había que volver a pasar el compromiso del pozo y quien mejor lo hizo fue Phoenix, que vio la maniobra del barco turco y también se fue por la costa, pegadito a las rocas. Todos vieron cómo Quantum se iba mar adentro, buscando el viento del suroeste, pero Phoenix se quedó esperando una racha que estaba entrando y, cuando la cogió, sólo tuvo que poner el Génova y navegar de ceñida y al final un corto través hasta la línea de meta en Eivissa.

El otro triunfador

El otro gran vencedor de la jornada fue Azzurra. El barco italiano fue el más regular en la manga de ayer. Siempre estuvo en las primeras posiciones y se llevó la medalla de plata y un premio mayor: recortar muchos puntos a sus máximos rivales en la lucha por el triunfo final en la Zenith Royal Cup Marina Ibiza y en la general de las Barclays 52 Super Series.

No fue el día de Quantum ni de Rán Racing. Los americanos rompieron el ‘spi’ en la izada tras el paso por la boya de barlovento y se rezagaron en la flota. Ya no fueron capaces de mejorar la sexta plaza, un resultado muy inusual para ellos, que en las cinco mangas anteriores disputadas en Eivissa no habían bajado de la tercera posición. El Rán de Niklas Zennström nunca encontró su sitio en la regata y terminó séptimo. Por su parte, Sled, del japonés Okura Takahasi, entró fuera de tiempo y fue penalizado con un punto más.