Xicu Ferrer, en acción durante la Panáfrica 2014.

Xicu Ferrer (Eivissa, 28-03-1968) volvió a hacerlo. El piloto se proclamó nuevamente campeón –y ya casi le faltan dedos en las manos para contar sus triunfos– en la categoría de motos de la Panafrica 2014, un raid de navegación de cerca de 2.000 kilómetros donde no gana el que más corre, sino el que realiza la menor distancia a lo largo de la etapa dentro de un tiempo impartido y sin sobrepasar nunca los 80 kilómetros por hora. Ferrer, que finalizó cuarto en la clasificación ‘scracth’ (un ranking con todos los vehículos mezclados), se subió de nuevo a lo más alto del podio y sigue así siendo un referente deportivo sobre la moto.

El pitiuso completó la prueba, dividida en seis etapas y celebrada del 20 al 28 de septiembre, con un total de 1.782,04 kilómetros, 60 de ellos de penalización. El del Motoclub Formentera quedó por delante de dos miembros del Team Rally Alianza Galadtrans: Jairo Segarra (1.808,81) y Domingo Aguilar (1.811,15).

Ferrer tuvo que lidiar con las inclemencias meteorológicas en esta edición, donde «las lluvias torrenciales crearon bastantes problemas, sobre todo con la moto que llevaba, que es una de trial más pequeña que las demás». «Un coche se encuentra con 1’20 metros de agua y pasa igual, pero yo con 70 centímetros ya se me llena la moto de agua», agregó el piloto, que, además, se encontró con otros problemas: «Había mucho barro, carreteras y puentes arrasados... Fue complicado. Por si no fuera bastante, llegabas a un pueblo para echar gasolina y no tenían porque con la lluvia no habían ido a recargar. Me tuve que apañar comprando gasolina a los lugareños. A unos les comprabas un litro y a otros, botellas de dos».

El residente en Formentera se mostró humilde y restó importancia a su éxito: «La Panáfrica es fácil, aunque es verdad que suele venir gente del Dakar como Jairo Segarra o José María Pellicer, que cuando participó venía de ser el segundo mejor español del Dakar. Es un evento con poco nombre, pero cuenta con gente con experiencia». Para superarlos, Ferrer siguió «la mejor estrategia, que es ir con una moto de trial». «Con ella puedes ir más recto y recortas más metros que los demás en unas condiciones normales», agregó.

Eso sí, Ferrer recordó que la dureza de la prueba es importante. «El desierto marroquí es rompedor. Rompe los vehículos y te rompe físicamente, porque es un pedregal con muchas trampas y agujeros». El año que viene tiene previsto volver porque es una cita que le «mata el gusanillo». «Es como si Formentera se me quedara pequeña y necesitara estas aventuras. Siempre me han gustado. Tuve la suerte de conocer a algún ‘dakariano’ que venía aquí de vacaciones. Me asesoraron y me encaminaron hacia los inicios», indicó Ferrer, el rey de la Panáfrica.