Imagen de un partido de baloncesto de categorías inferiores celebrado el pasado fin de semana.

El baloncesto insular está que trina. La relación entre la mayoría de clubes pitiusos y la federación balear es prácticamente inexistente y la última crisis de los seguros ha fragmentado cualquier tipo de acercamiento hacia la gestión de Jaume Estarellas. La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de buena parte de los representantes de las entidades de la isla es la negativa de la compañía de Prevención Balear a asegurar a los jugadores de categorías inferiores bajo las condiciones adquiridas con el Consell d’Eivissa (6,42 euros por póliza). Una decisión que ha contado con la venia del ente autonómico, a quien la compañía cobra 30 euros por jugador cadete e infantil (15 para los mini y premini y 10 para los de categoría iniciación).

En casi todos los clubes de la isla hay voces discordantes con la política de la FBIB y su falta de proximidad con el básquet de Eivissa y Formentera. Critican una falta de información y de transparencia por parte de la directiva que encabeza Estarellas y desconocen los motivos por los que la aseguradora que trabaja con la mayoría de deportes ahora da la espalda al baloncesto pitiuso.

Dado el inmovilismo de Prebal, el departamento d’Esports d’Eivissa se apresuró, sin éxito, a encontrar otra compañía aseguradora. La decisión acordada anteayer entre representantes de los clubes de Eivissa y el conseller d’Esports, Rafa Triguero, de acatar «de forma obligada» la propuesta de Prebal «es una rendición sin condiciones», califican voces autorizadas de esta disciplina en la isla. Algunos entrenadores exigen la dimisión del presidente de la Balear y un compromiso «oficial y creíble» por parte de la máxima institución insular para que investigue si la federación y la compañía aseguradora «han incurrido en algún delito, como falsedad documental». «Se rumoreaba que no nos aseguraban porque no nos consideran deporte escolar. Entonces, ¿por qué durante años la federación ha cobrado esta subvención?», se pregunta el técnico de un club de la isla que prefiere preservar su identidad. En este sentido, el presidente del Puig d’en Valls, Vicente Torres, cree que se roza «lo esperpéntico» y, aunque no quiso repartir culpas, considera que la federación balear «lleva mucho tiempo sin prestar la atención que debería a Eivissa».

Si los clubes no hacen efectivo el pago de las pólizas del nuevo contrato antes del viernes que viene, los niños y niñas de las categorías inferiores (desde premini a cadete) jugarán este fin de semana sin estar asegurados. Para ello, los clubes deberán abonar entre 1.000 y 2.000 euros a Prebal según su volumen de fichas, indicó un técnico consultado.Desde la máxima institución insular existe el compromiso de abonar la diferencia a través de subvenciones, pero no son pocos los que desconfían de los plazos que se marca la administración. Por eso, cada vez son más los representantes de clubes insulares que, a título personal, exigen que el Consell Insular «investigue si hay irregularidades, ponga la situación en manos de sus servicios jurídicos y tome las medidas legales oportunas» contra Prebal y la propia federación balear.Sobre esta situación, el delegado de la junta insular de baloncesto, Xicu Planells, deja la responsabilidad en manos del «Consell y de la aseguradora».

Asume que el sobrecoste económico del nuevo contrato con Prebal «afecta» a las familias de los niños y a los clubes, pero lo considera asumible «si se enfoca desde el ángulo de que los niños tengan un seguro médico». En opinión de Planells, «la Balear explicó muy bien la situación a los clubes» en la Asamblea celebrada en verano, «otra cosa es que no lo hubieran entendido», desliza. Por último, el delegado insular sostiene que la federación «no se va a arriesgar a que un niño se haga daño y que no le atiendan» porque «eso repercute en los clubes y en los padres» de los jugadores. Por otra parte, este periódico trató de contactar a lo largo del día de ayer con el conseller d’Esports, Rafa Triguero, para conocer su postura al respecto, sin éxito.