Un Mundial en las antípodas

Amengual y Torres ya formaron pareja en la prueba del Mundial de Tornado celebrada en 2013 en Santa Eulària. Fue su primera participación en la disciplina de los ‘colosos’ del mar y el germen de su nueva aventura. «Vinieron [a Eivissa] cuatro o cinco tripulaciones australianas con las que lo pasamos muy bien y a raíz de aquello nos planteamos ir al Mundial de Australia», explica Tito Amengual, un patrón que atesora una dilatada experiencia de navegación tras curtirse en las clases Snipe y Crucero y atravesar en dos ocasiones el Atlántico.

Ambos preparan el viaje con ilusión y con dos únicos objetivos, «pasarlo bien y hacerlo lo mejor posible», sostiene Amengual. Iniciarán su viaje la próxima semana pero hasta el día 26 no tomarán contacto con las aguas que bañan la Commonwealth. Entre risas, el patrón de ‘El Gaitero’ apunta que, de esta manera, se irán habituando a «los tiburones».

Los detalles

Su notable embarcación, un catamarán de unos 6 metros de eslora y 9 de altura, llegó ayer a tierras australianas –según lo previsto– a bordo de un mercancías que partió a mediados de septiembre de Alemania, hasta donde lo transportaron por carretera en una furgoneta con remolque. Toda una peripecia para dos amantes de la navegación que, como han demostrado, son capaces de superar cualquier obstáculo para vivir sus sueños.

El Mundial de la clase Tornado, que se disputa en la localidad de Perth bajo la organización del Nedlands Yacht Club, convoca a cerca de medio centenar de tripulaciones, una decena procedentes del Viejo Continente. Amengual cree que si las condiciones de navegación acompañan tendrán posibilidades de hacer un buen papel en categoría mixta. La cita intercontinental arrancará el 29 de diciembre, sólo un día después de concluir el campeonato australiano, y concluirá el 3 de enero. El patrón ibicenco no cree que el Mundial, que consta de 10 regatas, sea más duro que la prueba celebrada hace año y medio en aguas de Santa Eulària «porque hubo mucho viento». «Viajamos con ilusión y con ganas de vivir la experiencia. Esperamos hacerlo bien y aprovechar para hacer turismo porque ya más lejos no se puede ir», concluye chancero el avezado patrón. Su compañera de expedición aportará las dosis necesarias de calma para que el viaje sea todo un éxito.