Puntuar en uno de tus peores partidos es lo mejor que te puede pasar. Y ésa es la suerte que tuvo ayer el San Rafael. El equipo de Vicente Román estuvo muy espeso en ataque, sin ideas en la medular y a merced de un Ferriolense que se mostró superior sobre el terreno de juego. Sólo la falta de calidad en el último pase impidió a los mallorquines conseguir un mayor botín en su visita a tierras ibicencas.

Los ‘blue’, con los que se estrenaron el portero Román y el mediapunta Zurdo, estuvieron inéditos en la primera mitad. Ni un solo disparo, ya fuese dentro o fuera de los tres palos, realizó el cuadro ‘rafeler’ en los primeros 45 minutos, en los que los visitantes fueron mejores.

El San Rafi, que perdió a Fofi por lesión a los dos minutos, estuvo irreconocible. Los mallorquines aprovecharon eso para tratar de ponerse por delante en el marcador. Pacheco, con un disparo que se marchó cerca del palo izquierdo, y Álex Hernández, que probó fortuna por partida doble, fueron los que más cerca estuvieron de desnivelar la balanza en un primer acto en el que el propio Álex reclamó un posible penalti de Yeste a la media hora de juego.

Tras el descanso, el San Rafael volvió a ser víctima de las lesiones. Enric se quedó en el vestuario y Suau saltó al campo. Por si no fuera bastante, a los siete minutos de la reanudación, Gabri también se tuvo que retirar por molestias físicas, siendo sustituido por el recién fichado Manolo. El delantero mallorquín le dio otro aire al ataque ‘blue’ y dejó pinceladas de calidad. De hecho, protagonizó la mejor ocasión de los suyos tras recibir un pase interior de Zurdo, revolverse en la esquina del área y buscar la escuadra con un disparo que se marchó lamiendo el travesaño.

También hubo lugar para la polémica en este segundo periodo, de nuevo con el conjunto visitante como protagonista. A los mallorquines les fue anulado un gol en el minuto 75 por un presunto fuera de juego después de la ejecución de una falta. Fue, junto a la acción de Manolo y a una ocasión anterior de Iván Morales, prácticamente lo único remarcable en un partido que no pasará precisamente a los anales de la historia.