José Cantero cruza la meta en el Campeonato de España maratón de 100 kilómetros de 1997, en Madrid.

Participar en un maratón con 65 años no es algo que pueda hacer cualquiera, por no hablar ya de completarlo, que seguro que lo hace. José Cantero González (Burgos, 16-03-1950), residente en Santa Eulària desde 1972, cumplirá esa edad en poco más de un mes y buscará en París, el 12 de abril, esa misma cantidad de maratones disputados a lo largo de su vida. «Se trata de completar el círculo», indicó ayer el burgalés, todo un ejemplo de superación. Y es que, por si no fuera bastante, lo hará con el cuádriceps de la pierna izquierda roto. Increíble, pero cierto.

«Yo no soy un deportista de elite, sino un ‘matadillo’, pero ésta es mi última ilusión», confesó Cantero, humilde a pesar de haberse subido al podio nacional en más de una ocasión. Sin ir más lejos, ha sido, con 46 años, subcampeón veterano en 1997 con una marca de 8h47’15’’ –le valió el decimonoveno puesto absoluto–, campeón nacional en V50 y tercero en V45. Pero lo que más mérito le da a todo esto es un hecho que, hasta ahora, pasa desapercibido para todos aquellos que no le conocen. Nunca había practicado deporte antes de los 40 años. Y nunca es nunca.

«La culpa la tuvo la báscula. Yo no hice deporte en mi vida hasta los 40 años. Un día, la báscula indicaba 93 kilos y me dije a mí mismo: ‘Malo. Estás enfermo’. Empecé a hacer deporte. Fue algo psicológico. En abril de 1990 pesaba 93; en octubre, 85; y en diciembre de ese mismo año ya fui capaz de hacer mi primer maratón en Calvià. Tenía miedo de mí mismo porque pensaba que no lo iba a terminar. Lo conseguí y desde los 40 hasta los 55 años ya hice 60 maratones, cuatro por año», explicó el corredor.

La lesión

Fue entonces cuando el infortunio se cruzó en su carrera deportiva. Con 55 años sufrió una lesión que le ha hecho participar únicamente en cuatro maratones en los últimos nueve años. Y no se la hizo durante una competición: «Al que le diga que me lesioné andando no se lo cree, pero fue así. No fue por sobresfuerzo ni nada así. Me resbalé mientras bajaba la cuesta del garaje y me caí. Ahora, para no ir cojo, me recomendaron que hiciera deporte porque sino acabaría arrastrando el pie. Como me tengo que obligar a levantarlo, con retos así me acostumbro a hacer vida normal».

El burgalés, que buscará ahora completar su sexagesimoquinto maratón «por cabezonería», tenía pensado competir en Boston, pero la organización no le permitió tomar parte en la prueba por una cuestión de su normativa. «Había elegido el Maratón de Boston. Me aceptaron la inscripción, pero tenía que acreditar una marca en el último año. Hace tres que no la tengo y me rechazaron la inscripción. Los americanos son muy exigentes. Como tengo que correr en marzo o abril, pues me he decantado por París, donde ya corrí en 1998», indicó. Por entonces completó la prueba en un tiempo de 3h07’. «Ahora no me voy a fijar marcas ni mucho menos. Mi intención simplemente es terminar, llegar a la meta y ser uno más en un pelotón con más de cincuenta mil participantes», subrayó.

El mensaje

Faltan dos meses aún para la disputa del Maratón de París y José Cantero no se va a estar quieto. Suele dejarse ver por las pruebas populares pitiusas y pasado mañana tomará parte en la Cursa Flor d’Ametller. «Voy para ser un ‘matao’ más. Yo no puedo ni con mi alma», bromeó. Independientemente del crono que haga, el mensaje que transmite es otro: «Por tener más de 60 años no tienes por qué quedarte en el sofá. Si quieres, puedes. Necesitas fuerza de voluntad. Es todo mental y psicológico. En el maratón y las carreras, lo que necesita es eso». Quien no se lo crea, sólo tiene que fijarse en la vida de este residente en Santa Eulària, un hombre que no hizo deporte hasta los 40 años y que, ahora, es capaz de hacer un maratón con 65. Sin duda, el burgalés es todo un ejemplo de superación.