Los jugadores del San Rafael celebran uno de los goles de ayer. | Toni Escobar

Un espectacular San Rafael se encargó ayer de dejar más que apalabrada la permanencia en Tercera División tras superar a la Penya Ciutadella en un partido con dos caras muy distintas. El equipo de Vicente Román sentenció la contienda en poco más de media hora de juego con un contundente 3-0, un marcador imposible de remontar ya para un cuadro menorquín que estaba a merced de los ‘blue’. Sin embargo, el segundo periodo poco tuvo que ver con el anterior y los visitantes, con un gran Zurbano, metieron el miedo en el cuerpo de los ‘rafelers’.

Gran comienzo

La suerte que le estaba faltando a este conjunto durante buena parte de la temporada apareció a los siete minutos de juego, cuando un despeje de Fullana en el área pequeña rebotó en De Pablos, que estaba a un metro de él, y la pelota se alojó directamente en las mallas. No podían ponerse mejor las cosas para un San Rafi que, con Luque en plan desequilibrante, se adueñó por completo de la situación. El catalán avisó dos minutos más tarde, pero fue Manolo, en el 22, el que puso tierra de por medio. El mallorquín controló perfectamente un balón colgado al área y definió de primeras junto al palo.

Los visitantes no pusieron a prueba a Hortal hasta pasada la media hora de juego, en un disparo de Raúl desde fuera del área que el portero despejó de puños. Poco después llegó la puntilla. Luque se escapó con el balón por la banda izquierda y le dio el gol en bandeja a Fofi. El andaluz, con la colaboración del portero –tocó la pelota pero no supo pararla–, subió el 3-0 al marcador. No le quedó otra a la Penya Ciutadella que mover el banquillo durante el descanso. Zurbano y Salas saltaron al campo y la presencia del primero se notó, capaz de arrastrar varios defensas consigo. Los de Dani Mori parecían salir decididos a recortar distancias. No en vano, a los seis minutos, un cabezazo de Miquel estuvo cerca de acabar en gol de no ser por Hortal. Zurbano, en el 60, también tuvo el gol en sus botas, pero el balón se estrelló en el palo. En esa misma acción, los menorquines reclamaron penalti sobre el ariete.

Fue en el 69 cuando el corpulento delantero del cuadro ‘ciutadellenc’ vio portería. Un error en la salida de balón permitió una contra de dos contra el portero en la que Miquel regaló el tanto a Zurbano. Los menorquines se crecieron y el partido cambió por completo. La Penya Ciutadella pasó de dominada a dominadora, pero le faltaba acertar en el último pase.

Acoso final

Los visitantes volvieron a pedir pena máxima en una acción entre Guti y Miquel en el 75. No lo vio así el árbitro y el partido siguió por los mismos derroteros, con una Penya Ciutadella insistiendo, sin suerte, sobre la portería del San Rafi. Raúl, al filo del pitido final, marró otra ocasión para meter a los suyos en el choque. No lo hizo y los puntos, y más de media permanencia, se quedaron en Sant Rafel.