El atleta madrileño Chema Martínez posa sonriente para Periódico de Ibiza. | Toni Escobar

Chema Martínez es un atleta atípico. Un deportista poco convencional que después de 18 años compitiendo al máximo nivel aún disfruta llevando sus curtidas piernas al límite. Campeón de Europa de los 10.000 metros en Munich 2002, subcampeón de esta misma distancia en Goteborg 2006 y de maratón en Barcelona 2010, representó a España en 42 ocasiones antes de abandonar la élite a los 42 años en la Maratón de Nueva York (sobre una distancia de 42 kilómetros) en la que portó el dorsal cuya cifra, 42, redondeaba su espectacular carrera deportiva.

Campechano y de amplia sonrisa, pocos retos acobardan a este madrileño que ayer visitaba Eivissa por un doble propósito. A unos meses de cumplir los 44 años, Chema Martínez comienza a hacer sus pinitos en el periodismo deportivo al tiempo que escribe libros, imparte conferencias –posee la licenciatura de INEF, además de tres Másters y un postgrado– y saca tiempo para hacer sus famosas series de atletismo, tan compartidas en Youtube y redes sociales.

«No sé lo que soy realmente. He sido deportista de alto nivel, soy padre de familia, trabajo en medios de comunicación, escribo libros y todavía corro y entreno. Lo que sí sé que soy es runner, uno más de esos millones de corredores que salen cada día a las calles intentando mejorar, buscar sus límites y marcarme objetivos. No concibo mi vida sin salir a correr». Con esa sincera declaración comenzó ayer Chema Martínez su presentación de la III Ibiza Media Maratón que el próximo 1 de mayo unirá Sant Mateu con la céntrica Vara de Rey.

Además de contagiar buen rollo con su particular sentido del humor, cada palabra que emanó de este portento de la naturaleza fue una lección de vida. «Aunque ya no soy el atleta de élite que fui, todavía sigo siendo un killer, un asesino de las competiciones. Cada carrera a la que me enfrento intento dar lo mejor de mí. Ya no podré mejorar mis marcas, pero trato de que ese rendimiento que alcancé se vaya perdiendo lo menos posible», confesaba con su salero especial el padrino de una competición a la que no podrá acudir por coincidirle con otro evento benéfico, en Madrid, con el que ya se había comprometido.

Hubo que refrescarle la memoria pues hace décadas Chema Martínez disputó dos importantes pruebas en Eivissa, un 10.000 y un Campeonato de España sub 23 de cross. Ahora observa la isla con ojos curiosos y promete regresar el año que viene para tratar de llevarse la cuarta edición de la Media Maratón: «Yo estoy este año como padrino pero volveré, entrenaré aquí y disfrutaré de todas las cosas bonitas que tiene la isla, que me provoca muchísimo optimismo». A cerca de la prueba, destacó «el compromiso y el cariño» con el que está trabajando la organización, a cargo de Ibiza Half Triatlon con el patrocinio del Consell Insular y el Ayuntamiento de Eivissa, y animó a la gente a participar y a «involucrarse» en ella.

Íntimo y personal

Chema es uno de los grandes fondistas españoles de la historia. «Yo he tenido la gran suerte de ser deportista de alto nivel, que es algo que te toca», celebraba el madrileño, que entrena cada día «como un salvaje para dar todo lo que tengo».

«Ya sé que no voy a pelear con los mejores del mundo. Lo que sí hago es implicarme a tope en todo lo que hago. Quiero sentirme vivo, estoy enchufado a la vida y me marco otros objetivos que antes no podía hacer, como lo de los desiertos –hace apenas una semana completó en sexta posición la Maratón des Sables–, donde resulta que estoy entre los mejores», explicó, antes de sentar cátedra ante políticos y responsables organizativos de cómo ha encarado su trayectoria: «Le pongo una sonrisa a la vida. Lo que he hecho es disfrutar de 18 años en el alto nivel. Sé lo que se siente escuchando tu himno tras ganar y eso vale toda una vida dedicada al deporte. Lo he vivido y tengo la suerte de que mi mujer también ha sido deportista, y me siguen poniendo cachondo los grandes retos. Tengo ganas de vivir».

Consciente de que ha superado una etapa de vino y rosas, Martínez confiesa que su cabeza «todavía sigue pensando en hacer todo al 100 por cien». «Pensar en que todavía puedo ganar son reminiscencias de mi etapa en el más alto nivel, que no se me van. Donde vaya, quiero ganar. Luego, la realidad te pone en tu sitio pero mentalmente no tengo barreras», apunta Martínez.