Ana López posa con la medalla de bronce sub 18 conseguida el pasado verano en Portugal.

Todos aquellos que practican deporte en las instalaciones deportivas de Santa Eulària, especialmente si han necesitado tratamiento de fisioterapia, saben quién es Ana López. Lo que quizá no sepan es que en su currículum figuran medallas europeas con diversas selecciones femeninas de categorías inferiores y dos grandes títulos por clubes como la Liga Femenina y la Copa de la Reina, obtenidas con el Rivas Ecópolis. Ahora, la lucense residente en Eivissa buscará un nuevo metal, el cuarto en su historial deportivo (dos bronces sub 18, en 2011 y 2014, y un oro en esta misma edad en 2013) en el Europeo sub 20, para el cual fue oficialmente citada ayer.

La gallega, que participará en su quinta cita continental, será la fisioterapeuta oficial de la Roja en el próximo Campeonato de Europa, que se celebrará del 2 al 12 de julio en Lanzarote. «Este año será especial porque se disputa en España. Somos los anfitriones. Es una responsabilidad, pero también un reto y una gran motivación», afirmó Ana López al respecto.

La trabajadora de las instalaciones deportivas santaeulalienses, que hasta ahora solamente había tomado parte en eventos internacionales con la sub 18 y se estrenará, pues, con la sub 20, tiene plena confianza en este equipo. «Conozco bien esta generación de jugadoras, porque está formada por las sub 18 de con las que conseguimos el oro en Croacia hace dos años. Guardo grandes recuerdos de ese grupo, unido, jovial, talentoso y muy valiente. Representa bien la marca España y es pura pasión», indicó.

Lllamada sorpresa

La convocatoria de la Roja le llega justo cuando más apartada estaba del baloncesto de elite. «Ésta ha sido la primera temporada sin ‘basket’ profesional. Aunque la llamada de la selección siempre es bien recibida, este año voy con más hambre que nunca después de un año de ayuno», apuntó al respecto la fisioterapeuta.

Sobre su papel, la residente en la isla considera que «el ‘fisio’ trabaja codo con codo en el equipo biomédico». «Con el médico y el preparador físico se trabaja en la prevención desde días antes de la concentración para ver cómo llegan, sus puntos débiles y prevenir lesiones. Durante la concentración trabajamos diariamente tratando pequeñas molestias y sobrecargas intrínsecas a las sesiones de entrenamiento. Aquí no se para. Se da le cien por cien y hay que estar siempre en forma», explicó.

También habló sobre la función psicológica que acaba teniendo: «De todos es sabido que, durante la competición, además intentamos ayudar en el estado anímico. Yo siempre intento que el lugar de fisioterapia sea uno distendido, donde puedan venir las chicas a comentar lo que quieran y solucionar inquietudes además de lesiones. Es decir, que se pueda tratar el cuerpo y el alma». Quizá, por eso, Ana López se ha ganado nuevamente un sitio en la Roja.