«En estos momentos hay cinco equipos inscritos en Mallorca y uno, en Eivissa. El Vitamelo –en referencia a la Peña Deportiva– ha subido a Segunda B y está intentando tener un filial, un sub 23 por decirlo de alguna manera. Hay otro equipo en Menorca y otro en Eivissa, pero para entrar tendrían que hacerlo por invitación. Entonces nos quedaríamos con nueve equipos», dijo Nadal.
Posibilidades
El problema surgiría si no hubiera un cupo de nueve equipos. «Hay que plantearse si una competición de siete equipos vale la pena. ¿Solución? Renunciar a la Tercera y hacer una especial autonómica como en Navarra. Desde el momento que se toma esta decisión no se puede subir a Segunda B. Habría que renunciar a Tercera. Creo que la mayoría de equipos no es partidaria de ello, pero hay un tema claro de por medio: el económico. No puedes invertir un dinero para una competición de diez jornadas. Por lo que hemos podido averiguar, renunciar a Tercera no supone perderla definitivamente. El presidente territorial podría convocarla en 2016-17, cosa que está sucediendo en Navarra», explicó.
Según el miembro de la FFIB, no se puede «achacar todo a la crisis y los precios, sino, tal vez, a una falta de motivación, ilusión y ganas para poder trabajar en condiciones tanto en Mallorca como en Eivissa». Piensa que una solución sería «buscar en Eivissa una Regional aunque sea de seis equipos y, sobre todo, trabajar mucho en Menorca. Sabemos que en Eivissa y Menorca hay equipos en competiciones privadas. A partir de aquí, hay que darles un punto de ilusión, una competición que sea interesante y que tenga, al menos, la posibilidad de un premio a final de temporada como un Campeonato de Balears o un ascenso a Tercera», dijo Nadal. También considera importante mimar la base: «Si tienes un equipo en Tercera o Primera Regional pero no tienes base, estás condenado a morir a corto plazo. En dos o tres años te quedas sin equipo».
El integrante de la Comisión de Fútbol Sala de la FFIB es consciente de que el fútbol sala a nivel local está funcionando mejor en ámbito privado que federado. «Los equipos se decantan por los torneos privados, que no llevan a ningún lado. Hay equipos y muchos. Sabemos que en Formentera quieren hacer una competición de cinco o seis equipos con entidades privadas», indicó. De hecho, ésta ya existía la campaña pasada y, según ha podido saber PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, se está gestando la creación de una macroliga pitiusa con ocho equipos de Eivissa y dos de Formentera. En ella, sólo se pagarían los arbitrajes y el alquiler de la pista, una manera de disfrutar de este deporte de manera económica y saludable.
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