Carlos Tomás junto a Raúl Casañ.

Dos defensas de primer nivel sellaron ayer su compromiso con dos clubes ibicencos de Tercera División. Carlos Tomás, jugador de la tierra que llevaba varios años en la península y que llegó a debutar en Primera División, firmó por la Peña Deportiva, mientras que Gady Randazzo, que consiguió un ascenso a la Primera División argentina con el Nueva Chicago, defenderá la camiseta del San Rafael.

Carlos Tomás (Eivissa, 18-05-1988) fichó con 15 años por el Villarreal. Jugó dos años y medio en el filial, de Segunda División, y llegó a debutar en 2011 en Primera. Jugó el partido completo contra Osasuna en El Sadar.

Luego, pasó por la Ponferradina B, el Levante B el Arroyo, con el que descendió a Tercera la temporada pasada. Para el ibicenco, regresar «no es un paso atrás». «A veces, cuando bajas una categoría parece que lo haces, pero el proyecto tiene serias aspiraciones y puede ser un paso adelante», explicó.

El central derecho se describe como «un jugador que aporta seguridad defensiva». «Me gusta salir con el balón jugado, tengo buen desplazamiento en largo y soy organizado», dijo el zaguero, que se decantó por la oferta peñista por la confianza que le han brindado. «Llevo tiempo hablando con el míster y con Raúl Casañ. Han depositado mucha confianza en mí. El proyecto me parece interesante y, sinceramente, es un reto que me interesa, con un estilo de juego parecido al que me encontré en el Villarreal».

El San Rafael, por su parte, anunció la contratación de Gady Randazzo, que entre los 9 y 16 años militó en el Rápid. Precisamente su amistad con Elías Siligato, mediocentro blue con el que coincidió en la isla, le ha llevado al club rafeler. «Volví de Argentina hace un mes y medio. Hablé con Elías, porque quería seguir jugando, y me citó con Vicente Román», comentó.

Gady finalizó su etapa juvenil en el Boca Júniors, donde se mantuvo dos años, para acabar siendo profesional en el Nueva Chicago, con el que ascendió a Primera División. También jugó en el Sol de América, el Huracán y el Talleres de Remedio Escalada, este último de Segunda B y en el que militó la pasada temporada.

Randazzo, que se desenvuelve tanto en la posición de central como en la de lateral derecho, se considera «un jugador físico». Lleva entrenándose desde el primer día con la plantilla del San Rafi y piensa que hay «un buen equipo». «Me gusta. A varios chicos ya les conocía. Hay un buen plantel y eso motiva siempre al crear competencia», dijo.