David Camps, ayer en el Campo Municipal de Santa Eulària. | Toni Escobar

A rey muerto, rey puesto. La Peña Deportiva no ha tardado ni 24 horas en encontrar un recambio ideal para Diego Piquero. El club anunció ayer la contratación de David Camps, un fichaje relámpago de una calidad incuestionable.

Dani Mori conoce de sobra al delantero, al que tuvo a sus órdenes en el Penya Ciutadella. Hace dos temporadas firmó 20 goles, su mejor registro goleador. No se quedó muy lejos de dicha cifra la campaña pasada, en la que consiguió el ascenso a Segunda B con el Mérida. El ariete, de 26 años, transformó 18 dianas en 1.270 minutos, lo que se traduce en un tanto cada 75 minutos. En estos momentos se encontraba entrenando con el Extremadura, pero, al no haber firmado aún la ficha, no se pensó dos veces recalar en Santa Eulària tras recibir la llamada.

«Estoy muy ilusionado», dijo ayer el futbolista, que confesó tener «muchas ganas de volver a la isla». El menorquín espera aportar «trabajo para cumplir los objetivos». «La Peña siempre está arriba y hay que seguir así. Si puedo aportar goles, mejor», añadió.

Camps no siente «ninguna presión» por tener que hacer olvidar a Piquero. «Es un grandísimo jugador, pero no tengo ninguna presión. Yo sé que vengo aquí a hacer las cosas bien y trabajar», dijo el delantero, que reconoció que el hecho de que Dani Mori dirija el equipo fue fundamental para su fichaje: «Ya había trabajado con él, así que, cuando me llamó, no me lo pensé».