Fernando Hierro y Jesús Candel ‘Spiriman’, impulsores del proyecto.

Hoy es un día perfecto para que la sociedad ibicenca conozca el lado más solidario del deporte. Les estamos hablando del Spiritbol Day, un evento de carácter solidario, cuyo objetivo principal es la promoción de este deporte, sus valores y la recaudación de fondos para proyectos con niños en riesgo de exclusión social, que durante la jornada de hoy, de 13 a 16.00 horas, se va a celebrar en el Club Fiestaland Sport Center, organizado por la Fundación Spiribol en colaboración con la Fundación Abel Matutes.
Corría en Andalucía la década de los años 20 cuando, cuando a Baltasar Fábregas, vecino de la localidad granadina de Lanjarón, en pleno corazón de la comarca de la Alpujarra, se le ocurrió la brillante idea de colocar un poste anclado al suelo del que suspendía una pelota atada a una cuerda con la intención de enrollarla al palo golpeándola con una pala de madera, con el fin de no tener que ir a recogerla cada vez que cayera a tierra.
Durante años, el spiribol quedó en un simple juego de ámbito familiar, hasta que uno de sus nietos Jesús Candel ‘Spiriman’, médico de profesión, diseñó en 2002 el actual spiribol y decidió darle forma al juego creando sus propias reglas. En 2011 nacía la Fundación Spiribol con el fin de ayudar a los niños más desfavorecidos social y económicamente.
Fernando Hierro, patrono de la Fundación Spiribol, nos habla a continuación sobre los objetivos de este proyecto que hoy se presenta en sociedad en Eivissa.

—Fernando, volvemos a verte por Eivissa pero, en esta ocasión, para presentar en sociedad un proyecto solidario con los niños más necesitados.
—Así es. Cuando Jesús Candel me propuso colaborar con la Fundación Spiribol me di cuenta del gran trabajo que tenía por detrás y que ya había desarrollado en lugares como Granada, Almería o Barcelona. Es para mí un honor formar parte de esta iniciativa y poder contar aquí con unos colaboradores y anfitriones tan fantásticos, como es el caso de la Fundación Abel Matutes, para los que solamente podemos tener palabras de agradecimiento por su implicación y por todas las facilidades que nos han ofrecido desde el primer día, en cuanto les explicamos los objetivos de nuestro proyecto.
—¿Cuáles son los objetivos esenciales y las razones que motivan este proyecto?
—Las razones que motivan este proyecto son, ni más ni menos, ayudar a unos 2.500 niños que hoy día, junto a sus familias, están pasando por muchas dificultades y están en riesgo de exclusión social. Los deportistas profesionales somos unos grandes privilegiados que hemos tenido la fortuna y la suerte de conseguir cumplir muchos de nuestros sueños. Por eso ahora es una satisfacción devolverle a la sociedad parte de los que nos ha dado a nosotros la vida.
—El deporte y, en este caso, el spiribol son las herramientas que empleáis para lograr la integración social y conseguir paliar las necesidades de los niños.
—Efectivamente. Creo que los deportistas podemos aportar nuestro granito de arena para darles a los niños unos hábitos de vida y unos valores basados en la solidaridad, el esfuerzo, la tolerancia, el compañerismo o el respeto que les ayuden después en el futuro a desarrollarse como personas y a tener mejores oportunidades en al vida.
—¿Qué podemos esperar del evento que hoy habéis organizado en Eivissa?
—Bueno, es un evento de carácter simbólico para presentar en sociedad nuestro proyecto, difundir este deporte y el trabajo que realiza la Fundación Spiribol.
—¿Qué podemos decirle a la gente de Eivissa?
—Que vengan a conocernos. Estoy seguro de que vamos a sorprenderles porque es un deporte con muchas posibilidades, que se puede practicar a cualquier edad y en cualquier parte.