Jonás Souto, en su habitación del Centro de Alto Rendimiento Infanta Cristina de Murcia, listo para deshacer las maletas.

«Mamá, quiero jugar al billar». Con 13 años y medio no es fácil decidir tu futuro, y menos aún apostar por él, pero Jonás Souto lo tenía claro y así lo hizo saber. El ibicenco de origen pontevedrés quería marcharse al Centro de Alto Rendimiento (CAR) Infanta Cristina de Murcia una vez sabido el interés de la Real Federación Española de Billar por formarle en él. Así pues, no lo dudó y trasladó su deseo a sus padres, Dolores Comino y Pedro Souto, así como a su padrastro y tutor, Manuel Rubio, del que adquirió la pasión por este deporte. Ayer vio cumplido su sueño y disfrutó de su primer día completo como integrante del CAR tras desembarcar allí el domingo por la noche.
Salir de casa y abandonar la familia a tan temprana edad no es fácil, pero el joven Jonás tiene claro lo que quiere. Además de entrenarse diariamente bajo las órdenes de José Alberto Delgado, excampeón europeo júnior, en sesiones de aproximadamente tres horas, allí continuará, sus estudios de 3º de ESO con una programación exigente a partir de pasado mañana. Y es que no solamente se trata de llegar al profesionalismo en el mundo del pool, sino también –y lo más importante– formarse como persona.
El jugador del Club Billar Eivissa-Ilusions Pool vivió su primer día con cierta relajación. Una vez deshecha la maleta y afincado en una habitación junto a su profesor de billar y otro jugador de la sección de carambolas, volvió a visitar unas instalaciones que ya conoce bien después de haber acudido las dos últimas temporadas al Campeonato de España júnior, que se celebra anualmente en este centro de Los Narejos. Incluso tuvo tiempo de jugar con sus nuevos compañeros al pádel.
Jonás Souto disfrutó así del primer día de su nueva vida, ésa que le lleva a vivir lejos de casa por primera vez. El objetivo: alcanzar la elite del billar americano. De momento, puede presumir de haber jugado dos Europeos pupil (sub 17) y ser el actual bicampeón nacional júnior (sub 18), una de las razones por las que la Real Federación Española de Billar (RFEF) apuesta por él. El futuro empieza hoy.