El centrocampista ‘rafeler’ Fofi, rodeado de jugadores del Santa Catalina, trata de ejecutar un remate. | Toni Escobar

SAN RAFAEL: 0

SÓLLER: 0

El San Rafael dejó escapar dos puntos de su feudo ante el Sóller, un equipo que ha arrancado fatal la temporada y que llegaba a Eivissa como colista, con un pobre balance de un punto en cuatro partidos, cero goles a favor y 13 en contra. A pesar de partir como serio favorito, el cuadro blue fue incapaz de pasar del empate en un encuentro en el que le pasó factura la pronta expulsión de Iván Morales, que tuvo que tomar el camino a los vestuarios antes de que acabara la primera parte.

Vicente Román siguió confiando de inicio por los jugadores que consiguieron la victoria en los dos últimos compromisos ligueros. El inicio fue esperanzador. Luque se mostró muy activo y fue una seria amenaza para sus rivales. El primer aviso llegó a los cinco minutos, cuando se marchó de tres defensores y sirvió el balón a un Cristian Cruz que disparó al cuerpo de un contrario.

La mejor ocasión de este primer tiempo la tuvo precisamente Luque. Cristian Cruz se intercambió los papeles con el catalán para servirle un balón de oro y dejarle solo ante el portero, pero el pichichi rafeler del pasado curso estrelló la pelota en el palo.

Los locales volcaron todo su juego por el costado izquierdo, que se convirtió en un coladero. Con el paso de los minutos, el equipo mallorquín empezó a posicionarse mejor sobre el campo, el juego se volvió insulso y faltó fluidez.

Los visitantes probaron fortuna pasada la media hora de juego, en una falta lateral ejecutada por Chapu que Hortal despejó con apuros. La réplica no tardó en llgear. Una jugada espectacular de Luque finalizó con un disparo desde la frontal que lamió el poste. Poco después llegó la expulsión de Morales.

Enric y Pantoja entraron tras el descanso por Carboneras, que ya tenía una amarilla, y Fofi. A pesar de estar en superioridad numérica, el Sóller no dio nunca sensación de peligro, mientras que el San Rafi apelaba a la heroica con más corazón que cabeza.

La última

Cuando el partido se abocaba al empate, Roberto, que había entrado por Luque, tuvo en su cabeza la oportunidad de deshacer el empate en la mejor ocasión del encuentro. Yeste le puso un balón medido y el menudo delantero blue, libre de marca, remató incomprensiblemente por encima del larguero en el área pequeña. Ahí se desvanecieron las esperanzas locales de conseguir la victoria y quedó certificado un tropiezo algo más que inesperado.