Un perdón con un castigo de dos puntos

David Camps fue el jugador más activo en ataque de los locales. De hecho, fue el que más lo intentó en esta primera mitad. En los minutos 2 y 25 realizó dos disparos lejanos muy similares, de esos denominados folha seca, que a punto estuvieron de sorprender al portero. Se marcharon por encima del larguero por muy poco. Tras la pena máxima marrada, Carlos Tomás pudo desnivelar la balanza de cabeza en un saque de esquina, pero remató fuera.

Un final de infarto

Más claras fueron las oportunidades que tuvieron ambos equipos en los últimos cinco minutos. Primero, Winde, solo en el interior del área tras una buena asistencia de Camps, lanzó raso al cuerpo del portero. La réplica la dio Saúl, que, en una acción muy parecida, se topó en su camino con Moro, que regresaba a la titularidad tras varias jornadas a la sombra de Torres. Poco después, un medido centro de Rafa lo remató Camps al palo en posición escorada. Con el poste se encontró también Damià en el último instante. Su cabezazo se marchó allí, el rechazo volvió a su testa y de nuevo falló, esta vez rematando fuera. Ver para creer. Ambos equipos se marcharon a vestuarios lamentándose de las ocasiones que acababan de fallar.

Tras el descanso, la imagen del los de Óscar Troya mejoró notablemente. Ya no le fue tan fácil ver puerta a los peñistas, que, con todo, rozaron la victoria. Sergi Rojals avisó primero con un disparo buscando la escuadra. Los de Dani Mori replicaron con dos disparos lejanos de José Luis y Sergi Mut. Pero la mejor oportunidad fue para Javi Fernández, que, solo en el área, disparó fuera en el minuto 86. La Peña tuvo tiempo para una última internada de Navarro, cuyo centro no halló rematador, disipándose así la opción de sumar los tres puntos. La Peña se tuvo que conformar con uno después de perdonar a su rival. Más de uno aún se acuerda del penalti.