Ronchi y Diedhiou realizan un bloqueo durante el encuentro entre el Ushuaïa Ibiza Voley y el Unicaja Almería, hace dos fines de semana. | Toni Escobar

El Ushuaïa Ibiza Voley no debe permitirse otro tropiezo si no quiere que salten las alarmas. El equipo de Toni Gino rinde visita a tierras norteafricanas para enfrentarse esta tarde, a partir de las 17.00 horas en el pabellón José Javier Imbroda, al Melilla, un recién ascendido que está siendo la revelación de la temporada.

El conjunto amarillo encadena dos derrotas consecutivas. Eso sí, al menos sumó un punto en cada una de ellas al ser por 3-2 y no cayó contra equipos cualesquiera, sino contra el Unicaja Almería, actual campeón, y el Río Duero San José, tercero la pasada campaña. Sin embargo, la sensación que queda en el aire es la de que se pudo haber conseguido más. Por eso, los ibicencos están obligados hoy a poner fin a esta mala racha para evitar que se pueda hablar de crisis con tres reveses seguidos.

La ausencia por lesión de Elvis, que deberá permanecer alrededor de dos meses de baja, merma el potencial del conjunto de Toni Gino. Afortunadamente, este curso tiene más fondo de armario y podrá hacer uso de otros jugadores muy válidos. Con todo, recordó que están «rastreando el mercado y pronto habrá novedades».

Sobre el rival, el técnico indicó que «es un equipo difícil, con experiencia y calidad. Se intuía que los que iban a subir este año lo iban a hacer con ganas de estar en la categoría. Melilla es un lugar con recursos y su equipo no ha subido para verlas venir. Ha invertido y ha fichado jugadores tras haber hecho una buena campaña en Superliga 2. El Melilla y el Castellón son equipos muy competitivos y están dando guerra», explicó.

El argentino, que tiene claro que «la idea es ganar y poner toda la carne en el asador», considera que «hay que hacer algo más» para evitar lo de los dos partidos anteriores, en los que se dejó escapar una ventaja de dos sets: «Hemos estado a la puerta de la victoria en los dos partidos. Tenemos que poner más casta, aunque quizá fue la falta de ritmo en partidos largos. Por las lesiones que hemos sufrido, pensamos que el ritmo se puede mantener una hora o así, pero estos dos últimos encuentros se alargaron más de dos horas».