USHUAÏA IBIZA: 3

MEDITERRÁNEO: 0

Adiós a la crisis. El Ushuaïa Ibiza Voley puso ayer fin a su mala racha de resultados, ésa que le había llevado a hincar la rodilla hasta tres veces seguidas –algo que nunca le había sucedido en Superliga–. El equipo de Toni Gino se olvidó de que no tenía centrales –Elvis y Diedhiou están lesionados– y se deshizo del recién ascendido Mediterráneo en un abrir y cerrar de ojos, lo lógico en un en un equipo que pretende tutearse con los dos grandes de la categoría, el Unicaja Almería y el CAI Teruel.

Los locales apostaron por Borges como medida de emergencia para desenvolverse en ese puesto que ayer estaba cojo. Lo hizo a lo grande, bloqueando, rematando y mostrándose incisivo también en el servicio, cosa difícil para un central real. Entre esto, el despertar de Osorio y la contundencia habitual en el remate tanto de Raúl Muñoz como de Nicolás Ronchi, el cuadro castellonense poco pudo hacer para mostrar oposición ante el cuadro amarillo.

El partido comenzó bajo el guión previsto, con los ibicencos distanciándose pronto en el marcador (5-1). Lo que pocos esperaban era la reacción de los visitantes, que igualaron el choque (9-9). Muñoz y Ronchi se echaron el equipo a la espalda para, con tres puntos seguidos, mandar a los suyos al tiempo técnico con tres puntos de ventaja (12-9), una renta que, tras el regreso a la cancha, creció hasta una máxima final de ocho puntos (25-17).

Pintaban bien las cosas para el equipo de Toni Gino, que venía de encajar una dolorosa derrota en Melilla por 3-1. Sin embargo, al contrario que en la manga anterior, en la segunda no supo imponer su ley en los primeros compases. La igualdad reinó en el tanteador continuamente, si bien el Mediterráneo solamente logró mandar en una ocasión (1-2). Tras el 15-15, los locales llegaron a escaparse finalmente de cuatro (21-17) con un remate de Ronchi, una máxima ventaja que supo administrar hasta el final (25-21), resuelto con un sensacional saque de Pablo Dus.

Con 2-0 en el marcador, llegaba la hora de la verdad. No hay que olvidar que en la crisis de resultados del Ushuaïa Ibiza Voley se produjeron dos derrotas después de ir ganando por dos sets. Estaba por ver si la presión de cerrar el encuentro haría acto de presencia o no. Al principio, desde luego, bien que lo hizo. Los de Toni Gino fueron a remolque y llegaron a ir perdiendo de dos puntos (6-8 y 10-12), máxima renta de los castellonenses en todo el encuentro. Tras el tiempo técnico, llegó el punto de inflexión. Un punto en el que Jesús Bruque salvó la vida a los suyos golpeando el balón con el pie provocó el empate (12-12) y dejó anímicamente tocado a su rival, que encajó entonces un parcial 3-1 (15-13) para empezar a despedirse de los puntos. Con todo, el Mediterráneo fue capaz de igualar de nuevo la contienda (16-16). Los fantasmas del pasado sobrevolaban Es Viver, pero los amarillos no estaban por la labor de alargar el partido. Un parcial 5-0 (21-16) encarriló el set, que, al igual que los dos anteriores, se cerró con la máxima ventaja del mismo, seis puntos (25-19).