El consistorio apunta a los atletas. | Armando Tur Molina

El Ayuntamiento de Vila, organizador de la VI Cursa Eivissa Patrimoni de la Humanitat, pidió ayer unas tibias disculpas por una «señalización incorrecta e insuficiente» en el desarrollo de la prueba que provocó que el pasado martes multitud de atletas se vieran corriendo entre el tráfico rodado, con el peligro que ello implica. En una rueda de prensa ofrecida por los tenientes de alcalde Alfonso Molina y Joan Ribas y los concejales de Deportes, Agustín Perea, y de Seguridad Ciudadana, Estefanía Sánchez, se descartó dimisión alguna y solo se hizo propuesta de enmienda para que algo así «no vuelva a ocurrir».

La intervención más desafortunada fue quizás la de la concejala de Seguridad Ciudadana, Estefanía Sánchez, quien llegó a afirmar que el desaguisado organizativo se debió a «un error de interpretación en los corredores», recordando la presencia de dos vehículos que encabezaban el recorrido. Más conciliadores se mostró Molina, quien reiteró las disculpas de la corporación local y añadió que «las cosas a veces no salen como a uno le gustarían».

Por otra parte, Perea explicó que no le constaba que hubiera ninguna persona de la organización, ni policía local ni voluntario, en la esquina de la avenida Santa Eulària con la calle Carlos III que indujera a error a los corredores, en contra de algunos testimonios participantes, que sostienen precisamente lo contrario. El concejal de Deportes, firme en su exposición aunque un tic en sus pies delataba la tensión vivida desde el martes, detalló que sí había un agente a la altura de la calle Diputado José Ribas para regular el tráfico que pudiera entrar a la avenida.

Asismismo, ninguno de los representantes municipales quiso asumir las responsabilidades exigidas por la oposición –Molina recordó que nos encontramos en campaña electoral– y solo indicaron que se desarrollará un protocolo de actuación entre las concejalías implicadas que detalle las distintas responsabilidades de organizadores, colaboradores y voluntarios y así evitar situaciones similares en el futuro.

Perea destacó que «cuando se detectó el problema la policía actuo enseguida» y puntualizó que la situación de caos solo afectó a una parte de los participantes y durante la primera vuelta al circuito, no así durante la segunda.
Finalmente, Estefanía Sánchez apuntó que el dispositivo de seguridad, donde intervinieron 13 agentes de la Policía Local, ocho voluntarios de Protección Civil, otros 15 de la Asociación de Voluntarios de Eivissa y una veintena de Gestiesport, fue «el adecuado».